Por: Camila González
Twitter: @GFCam
Cuando logro ponerme al margen de la humanidad, tarea nada fácil porque soy un perfecto exponente de sus integrantes, me producen risa los desafíos que nos ponen las épocas con sus tendencias e inventos. Hoy observo una parte del mundo obsesionada por la búsqueda interior, por entender la esencia de estar acá y ganarle la batalla a las trampas del ego. Me refiero al yoga, el yagé, el budismo, las meditaciones, etc.
Pero en la otra esquina, y haciendo tremendo contrapeso, nuestra creciente obsesión por las pantallitas, el contacto permanente y en tiempo real con los demás mediante la misteriosa vía virtual… Dice un estudio bien interesante que las redes sociales nos están haciendo más narcisistas, al tiempo que están agudizando nuestra preocupación por la imagen propia frente a los demás.
Como siempre lo he manifestado acá, con genuina preocupación, esta adicción no es apenas un fenómeno, más bien es un punto de quiebre en cuanto a las relaciones y las comunicaciones entre los mortales. Para bien o para mal, pero sin duda, un cambio profundo en la concepción del mundo, de uno y del otro, y la forma de abordarlos.
El informe que les comento, resalta seis signos de ese narcisismo que, sin duda, me pone frente al espejo. Qué miedo. Son:
1. Escucha unilateral.
2. Egocentrismo.
3. Estar por encima de las reglas.
4. Dificultad para aceptar la crítica.
5. Liberación de la responsabilidad propia.
6. Irritabilidad y molestia rápida.
Otro punto interesante tiene que ver con Twitter y Facebook, los mayores usuarios son más propensos a sufrir del síndrome narcisista. Bueno, se los comparto, es tan fascinante lo que han encontrado sobre el tema, como patético y amenazante. Ahí les va: