Santiago, Chile.- No se puede decir que “destapar la felicidad” sea una idea que el mundo entero ama. Es cierto que hay detractores, pero también es cierto que ellos y los otros esperan grandes cosas, por lo menos, de su publicidad. ¿Se nos cayó Coca Cola con su último comercial?
Como si fuese una panadería, cada día se “cocina” un nuevo spot en la cadena mundial creativa de la bebida cola y quizás es por eso que a veces la creatividad anda floja y se repite una escena demasiado tradicional, sólo por mantener la marca y es comprensible.
El problema es que dada la figuración de la marca, siempre esperamos algo de ella que nos vuele la cabeza o que por lo menos nos despeine un poco. Entonces, cuando surge un spot tan simple, que parece descuidado como este, nos sentimos un poco estafados. Porque podría ser emotivo y no lo es; podría ser diferente y no lo es.Dicen que lo simple es bueno, por lo que este spot debiera ser demasiado bueno y no lo es (en gustos no hay nada escrito, claro).
La familia reunida, la música, el título, son tan obvios y tan usados que bien podría no haberse hecho (con el debido respeto a los creativos, claro) porque aunque sea una campaña atemporal de mantención, insisto, se espera más de la marca.
Lo mejor del comercial en este caso es la promoción asociada (ah, esa es la razón) que invita a participar en #MomentosCoke para ganar un viaje a “ver a los seres queridos”
Bien, validez concedida, pero esperamos a ver si mañana nos vuelven a sorprender.