Cannes, Francia. Sir Martin Sorrell es un hombre de pocas palabras. Suyos son los dichos acerca de que “la gente de las agencias de Nueva York o Londres, son arrogantes al pensar que son el centro de la creatividad. Cualquier persona que crea que 1.3 billones de chinos e un billón de indios no puedan producir mejores agencias que 60 millones de británicos o 300 millones de estadounidenses, tiene que pensarlo de nuevo. La marea está cambiando”.
El ceo de WPP hace una comparación similar acerca de los relativos méritos del spot de TV contra otras formas creativas del marketing: “La TV hace todavía el mayor ruido, pero todas las formas de la comunicación necesitan ser tratadas con gran respeto por la creatividad. En los viejos mercados, el crecimiento de las nuevas formas de comunicación va en ascenso y necesitamos tomarlo como un hecho”.
Ante la pregunta de cómo sostener la creatividad en una organización como WPP, con más de 160 mil personas alrededor del mundo, responde: “Es difícil, porque la mayoría de la gente percibe a las grandes corporaciones como las más burocráticas y que nos les importa la gente. El truco es mantenerla en desorden, en caos. El siglo XXI no es para mentes cuadradas”.