¿Qué es Weber Advisory y qué representa dentro de Weber Shandwick?
Weber Advisory es la nueva unidad de Weber Shandwick creada para acompañar a los líderes de las empresas en la toma de decisiones estratégicas en entornos complejos. Se ubica en la intersección de la cultura y el negocio: ahí donde las expectativas sociales, la reputación y la estrategia empresarial se cruzan. Surge como una evolución natural de nuestra oferta ante un contexto desafiante: de acuerdo con nuestro estudio C Suite Outlook 2025, solo 1 de cada 5 ejecutivos confía en que sus equipos de comunicación están preparados para enfrentar los retos actuales.
Esta unidad combina estrategia, reputación, análisis cultural y tecnología en cuatro áreas clave: reputación corporativa, asuntos públicos, transformación y crisis. No es un cambio cosmético, es un rediseño del rol que jugamos como asesores en un mundo más expuesto, más exigente y más impredecible.
¿Por qué es necesario reinventar el modelo de asuntos corporativos y públicos en el contexto actual?
Porque ya no basta con comunicar bien. Las empresas necesitan legitimidad, adaptabilidad y propósito. Hoy, los equipos de asuntos corporativos deben anticiparse, conectar con el entorno y proteger valor en tiempo real. La función ha pasado de ser reactiva a ser estructural en la estrategia del negocio. No se trata solo de reputación: se trata de rumbo.
¿Cómo se integran los datos, la inteligencia cultural y la tecnología?
Con inteligencia que escucha, cruza señales y permite actuar. Weber I/O es nuestra plataforma para leer riesgos y oportunidades en tiempo real. HALO identifica cómo se posiciona una narrativa, un líder o una marca en la conversación pública. Y Acxiom, con quien tenemos una alianza estratégica, aporta datos éticamente obtenidos para conectar mejor con quienes importan. Son herramientas diseñadas para decidir mejor, no solo para reportar más.
¿Qué diferencia a Weber Advisory de otras consultoras?
No operamos por silos. Weber Advisory integra estrategia, reputación, asuntos públicos y tecnología desde el inicio, con una mirada diseñada para el C-suite. Nuestra fortaleza no está en tener más áreas, sino en que todas hablen entre sí. Y eso se nota cuando una empresa necesita moverse rápido, sin perder foco ni credibilidad.
¿Cómo está cambiando el rol del Chief Corporate Affairs Officer?
Hoy el CCAO es mucho más que un vocero: es la brújula que ayuda al negocio a leer lo que está por venir. Su responsabilidad va de la mano del riesgo reputacional, pero también del impacto social, la cultura interna y la sostenibilidad. Es quien pone contexto, da perspectiva y construye confianza donde otros solo ven complejidad.
¿Qué impacto tendrá The Situation Room?
Es nuestra respuesta a un mundo que ya no da margen para improvisar. The Situation Room es un hub global para actuar con inteligencia cuando hay ruido, tensión o incertidumbre. Desde conflictos políticos hasta crisis sociales, su función es ayudar a las empresas a no solo reaccionar, sino a reaccionar bien y a tiempo.
¿Qué áreas tendrán mayor crecimiento en América Latina?
Latinoamérica requiere soluciones con sensibilidad y firmeza. Veremos un crecimiento claro en asuntos públicos, impacto social y gestión de crisis. Pero también en transformación: porque adaptarse ya no es un lujo, es parte del modelo de negocio.
¿Cómo se articula lo global con lo local?
Con sentido común, estructura y empatía. No creemos en el copy/paste. Creemos en adaptar con inteligencia. Por eso tenemos un liderazgo regional fuerte, que traduce tendencias globales a contextos específicos como el mexicano o el brasileño. Eso nos hace más precisos y más relevantes.
¿Cómo se construye y protege la reputación hoy?
Con hechos, con coherencia y con una narrativa clara. La reputación es una consecuencia, no un objetivo en sí mismo. Se construye cuando lo que se dice y lo que se hace están alineados. Y se protege con la capacidad de anticipar, de reconocer el contexto y de tomar decisiones valientes cuando hace falta.
¿Cuál es el propósito de Weber Advisory en una frase?
Estar ahí donde el liderazgo necesita perspectiva, respaldo y dirección. Para ayudar a decidir, para construir confianza y para avanzar con claridad en medio del ruido.
“Porque ya no basta con comunicar bien. Las empresas necesitan legitimidad, adaptabilidad y propósito.”