Santiago, Chile.- En tiempos en que todos creen tener habilidades para ser Community Manager (y las empresas compran la idea), es muy fácil cometer errores garrafales de comunicación y barrer la imagen que tanto ha costado elaborar. Entonces, la reinvención se hace imperativa y es necesario hacer uso de la lógica y el criterio, partiendo por pensar como el cliente.
Pedir disculpas a tiempo. Hace unos años, una conocida marca en Chile, realizĂł un concurso en el que regalaba un millĂłn de pesos ( más de dos mil dĂłlares). Pasaron los meses y por problemas administrativos, el premio no se entregaba. Por razones obvias, la audiencia se volviĂł en contra de la marca y su muro en Facebook estaba repleto de opiniones poco favorables, las que incluĂan hasta groserĂas. El Community Manager de esa Ă©poca comenzĂł a enfrascarse en una lucha de tĂş a tĂş con los seguidores y el fenĂłmeno siguiĂł creciendo. Finalmente, otra agencia tomĂł las redes sociales, pidiĂł disculpas, explicĂł a la gente lo que sucedĂa, consiguiĂł fechas para la entrega de lo prometido y poco a poco (siempre toma tiempo) reinventĂł la imagen de la marca. Junto con lo anterior, comenzĂł a realizar concursos más pequeños, mostrando a los ganadores y publicando sus testimonios.
Paciencia. Una vez que ha ocurrido un desastre comunicacional, es necesario tener claro que el reposicionamiento tomará tiempo. La mayorĂa de las personas es capaz de entender que la empresa puede cometer errores y despuĂ©s de una etapa de tormenta, vendrá la calma y el perdĂłn (sĂłlo si las disculpas han sido honestas y válidas). Reforzar la confianza y esperar, será la consigna.
Olvida, pero no del todo. Es bueno olvidar el error cometido, dejarlo atrás y seguir adelante con acciones positivas que refuercen la confianza de los consumidores, pero es fundamental tener en cuenta lo sucedido para que no se repita, porque la gente perdona sólo una vez. Es más, la recomendación es analizar cuáles son las expectativas de la audiencia y en lo sucesivo, excederlas.