Todas las profesiones tienen sus diferentes grados de dificultad y sus propias maneras de catalizar el estrés y las dificultades propias del trabajo. Si bien tu responsabilidad creativa no se podría equiparar con la de un piloto de aviación o un médico cirujano, lo cierto es que los niveles de exigencia de clientes y superiores jerárquicos te pueden hacer sentir como como así fuera.
Para triunfar en tu carrera -y en cualquier otra- necesitas hacerte tolerante al fracaso. Al respecto de ello, la experta en diseño Addison Duvall asegura que forma parte del proceso de acondicionamiento de cada quien.
La especialista opina que los errores que se cometen en el trabajo “pueden resultar interesantes y no en fracasos absolutos, la confianza crecerá y finalmente se superará la sensación de fatalidad para mostrarse sólo como un mero bache en el camino, pues no hay nadie que no haya pasado por ahí”.
Soportar la frustración creativa
No basta basta la pasión, se necesita talento y mucho trabajo para ser un experto en cualquier rama de la creatividad visual, pero también la honestidad para reconocer cuando se es apto para algunas cosas.
Es fundamental aprender a escuchar las críticas en general y no sólo las positivas, descubrir qué tipo de reacciones genera tu trabajo y adquirir experiencia con base en lo que opinan los demás.
Resulta fundamental también aprende a criticarse a sí mismo, aceptar las deficiencias que se puedan tener y ser, en la medida de lo posible, justo con la opinión propia. No trabajar pensando en el reconocimiento, la fama o la fortuna, sino en cómo mejorarlo y potenciar los alcances creativos. Lo demás vendrá como consecuencia de la buena labor. Diversificar las actividades que se realizan y encontrar otras especialidades es también una buena manera de enfrentar el fracaso creativo.