- Las RGU de Televisa cayeron 6.3 % interanual en marzo de 2025, según Moody’s.
- La base de suscriptores cayó 42% en los últimos años, alertó S&P.
- La TV restringida en México cerró 2024 con una penetración del 56.4% del total de hogares.
Una baja que reconfigura el panorama
Televisa fue degradada por Moody’s a nivel Ba1, es decir, fuera del grado de inversión, debido a una combinación de factores financieros y operativos que comprometen su estabilidad. La agencia de calificación argumentó una caída persistente en suscriptores, un apalancamiento elevado e incertidumbre sobre su estructura de gobernanza.
La decisión, dada a conocer el viernes pasado, pone el foco en uno de los principales grupos mediáticos del país.
Moody’s mantuvo además una perspectiva negativa, proyectando que las condiciones adversas podrían persistir más allá de 2026, incluso si la compañía logra estabilizar algunos indicadores financieros, publicó Bloomberg.
Entre los puntos que más preocupan a la calificadora se encuentran los ingresos por servicios de cable y televisión satelital, donde el impacto fue evidente: las unidades generadoras de ingresos (RGU) se redujeron 6.3% interanual a marzo de 2025 y la banda ancha por cable tuvo un descenso adicional del 1.2%.
Tanto Sky como Izzi han mostrado debilidad operativa sostenida.
Además del bajo rendimiento operativo, la deuda sigue presionando el perfil financiero de Televisa. Aunque la empresa prevé estabilización en 2025, los flujos actuales no logran compensar la pérdida de ingresos ni mejorar su posición crediticia.
El informe completo.
Lo que esto implica para el marketing en México
La baja de calificación no solo tiene consecuencias para Televisa, sino también para su ecosistema de anunciantes, agencias y socios estratégicos.
La salida del grado de inversión limita el acceso al financiamiento institucional y encarece cualquier emisión futura de deuda. Para quienes pautan, esto puede derivar en una menor inversión en contenido, innovación y desarrollo de nuevas plataformas.
La situación de Televisa afecta la lógica de segmentación y alcance de las campañas. Con una audiencia más reducida, las marcas deben evaluar el retorno real de invertir en medios tradicionales. Esto abre la puerta a alternativas como streaming, redes sociales o contenidos creados para plataformas OTT.
Además, para Moody’s, la incertidumbre institucional también pesa. A finales de 2024, Emilio Azcárraga tomó licencia como presidente del Consejo de Administración, en el marco del caso FIFA. Este evento, sumado a la tolerancia histórica de la empresa al endeudamiento, refuerza la percepción de riesgos estructurales en su gobierno corporativo.
¿Qué deben hacer las agencias y marcas?
Desde el punto de vista del marketing, lo ocurrido con Televisa ofrece una oportunidad para revisar estrategias. La baja calificación debe leerse como un llamado de atención para acelerar la digitalización de campañas y diversificar canales.
Datos de The Competitive Intelligence Unit (The CIU) muestran que la televisión restringida en México cerró 2024 con una penetración del 56.4% del total de hogares, lo que sugiere un mercado maduro y con poca expansión posible. En contraste, las plataformas OTT continúan creciendo y ganando relevancia en las decisiones de inversión publicitaria.
Ante esta nueva realidad, algunas acciones clave para marcas y agencias incluyen:
- Auditar el rendimiento real de las campañas en televisión tradicional.
- Identificar medios alternativos con mejor trazabilidad y segmentación.
- Enfocar la producción de contenidos hacia plataformas on demand y social media.
La presión sobre Televisa también puede actuar como un catalizador para que otros grupos mediáticos aceleren su transformación. En un entorno donde la audiencia se mueve con rapidez, quienes no respondan a tiempo con estrategias digitales sostenibles quedarán rezagados.
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