Conectamos, comunicamos y “empatamos” con los demás por medio de la expresión nuestras ideas. De lo abstracto a lo concreto o de lo imaginario a lo real, prácticamente cualquiera “tiene ideas”. Pero; ¿Cómo hacer para que las ideas que tenemos “suenen bien” a la hora de comunicarlas? ¿Qué hacer para realmente atraer el interés de nuestro interlocutor? Muy simple. La diferencia radica en que el nivel de definición y detalle con el que transmites tus ideas, determina el grado en que otros las puedan entender y, en su caso, adoptar.