Internacional.- Aún cuando después de ver el resto de anuncios, puede entenderse que no se buscaba la burla, caricaturizar el momento en que a la escolar paquistanà Malala Yousafzai es tiroteada por los talibanes en el rostro por reclamar su derecho a la educación, como parte de una publicidad para vender colchones, ha sido una idea poco acertada y por ello la agencia ha reaccionado con una disculpa personal a la joven activista de los derechos humanos.