En cada mesa hay un frasco de vidrio en el que cada cliente deja su teléfono hasta que se va. La idea de los dueños es fomentar la comunicación interpersonal y luchar contra el phubbing. Los que no atiendan o llamen por el móvil durante todo el tiempo que estén en el local, tienen descuentos y regalos. ¿IrÃas a un lugar asÃ?