Las grandes marcas saben que en todos los paÃses y en todas las latitudes siempre va a haber gente que se aproveche de la imagen lograda por otros para vender sus productos. Es casi un “daño colateral” que ninguna marca, por más esfuerzo que haga, podrá evitar por completo. Hay que reconocer que algunas imitaciones son, realmente, muy originales.