Año con año decenas de marcas en los Estados Unidos realizan ejecuciones publicitarias para el Super Bowl con el fin de aprovechar a cabalidad la popularidad con la que cuenta dicho evento deportivo (el segundo más visto del mundo a nivel mundial por detrás de la final de la UEFA Champions League); sin embargo, en ocasiones el éxito de dichos spots trasciende a la marca y beneficia también a sus protagonistas