La libertad de expresión de la que gozan los usuarios en las redes, ha brindado a muchos la posibilidad de ampararse en el anonimato y la falta de cercanía física para expresar todo aquello que les pasa por la cabeza y que posiblemente no dirían frente a frente a otras personas. Y es que puede que muchos aun no lo sepan, pero existe una delgada línea entre esa ‘libertad de expresión’ y las declaraciones que pueden resultar en delitos de odio, como en este caso.