Le vuelve a fallar el tino al gobierno federal en su obsesión por censurar enmascaradamente la libertad de expresión. La polémica “Ley Fayad” que según intenta “proteger” a las personas de posibles ataques vía internet, se vuelve un arma de dos filos dado que por la forma en la que fue redactada no se dejan claras las diferencias entre un “ataque” y una simple crítica, solicitud o manifestación.