Por alguna razón, los programadores tienen una tendencia a hacer funcionar software antiguo en plataformas modernas sin un motivo prÔctico aparente mÔs allÔ del reto técnico que represente. Por ejemplo, gracias a esto hemos visto a videojuegos como Doom correr hasta en los dispositivos mÔs extraños, y lo propio han hecho con Windows 95.