Ahora que estamos iniciando el 2016, tenemos que aprender a romper paradigmas y uno de ellos es que los mexicanos somos poco disciplinados cuando de darle seguimiento a los propósitos personales que hacemos a fin de año se trata; y únicamente los llevamos a cabo cierto tiempo y después nos olvidamos por completo de lo que con tanto anhelo prometimos, como lo es una dieta, acudir al gimnasio y ahorrar dinero para no tener problemas de endeudamiento, que lo único que ocasiona es un gran estrés y posteriormente problemas de salud.