La operadora de telefonía móvil alemana T-Mobile está siendo investigada por publicidad engañosa en Estados Unidos tras el lanzamiento de una campaña en la que prometía acabar con los contratos y eliminar las tarifas ocultas.
El Fiscal General de Nueva York, Eric Scnheiderman, está investigando quejas de los clientes que aseguran que la publicidad dice mentiras. El grupo de defensa del consumidor Change to Win, acusó a T-Mobile de meter a sus clientes en un contrato de dos años que implica duras sanciones económicas para quienes deciden cambiarse de operadora antes de cumplirse ese periodo.
El CEO de T-Mobile, John Legere ha llamado la atención en la industria de las telecomunicación con una campaña publicitaria que promete liberar a los consumidores de la carga de los contratos de servicios y tarifas ocultas. La campaña ha sido tan efectiva que ha impulsado a T-Mobile hasta superar a Sprint como la operadora más grande de Estados Unidos durante 2015.
De hecho, la compañía fue nombrada “la mejor operadora de Estados Unidos” por la revista Consumer Reports, cuyos lectores la colocaron por encima de Verizon, AT&T y Sprint.
Sin embargo, Change To Win asegura que el 91 por ciento de los clientes de T-Mobile están obligados a endeudarse por dos años para obtener nuevos teléfonos o equipos, bajo los términos de un “plan de instalación de equipo”, que no es otra cosa que un contrato que, de ser roto por el cliente, puede tener como consecuencia que la compañía envíe a cobradores a los domicilios de los clientes, entre otras prácticas.
De acuerdo con Statista, T-Mobile es la octava operadora a nivel mundial por ingresos con 132 mil millones de dólares anuales. La superan China Mobile, Vodafone, Telefónica, América Móvil, Bharti, China Unicorn, y MTN.
*Con información de USA Today y Time.