Swatch sorprendió al mercado al anunciar un incremento de aproximadamente 10 por ciento en muchos de sus modelos. El ajuste no pasaría desapercibido, pero lo que más llamó la atención es que la subida supera al reciente aumento de Rolex.
Tradicionalmente, Swatch se ha caracterizado por ser una firma de relojes accesibles, creativos y divertidos. Sin embargo, en los últimos años ha buscado reposicionarse con colaboraciones de lujo que han cambiado la percepción de sus piezas.
Swatch ha estado dando avisos de querer subir de categoría
Ejemplo de ello son los lanzamientos como el MoonSwatch con Omega y el Scuba Fifty Fathoms con Blancpain, que rompieron récords de ventas. Estas ediciones especiales demostraron que los consumidores sí están dispuestos a pagar más por un Swatch si viene respaldado por la historia y el prestigio de marcas icónicas.
El aumento de precios plantea una estrategia ambiciosa. Para firmas como Rolex o Audemars Piguet, subir precios es proteger exclusividad. En Swatch, la jugada es distinta: buscan convertir cada reloj en un objeto de colección y redefinir su valor en el mercado.
Rolex aumentó 8% sus precios, pero Swatch 10%
Cabe recordar que Rolex aplicó un alza cercana al 8% a inicios de año. Que Swatch lo supere marca un precedente y envía un mensaje claro: la compañía quiere subir de categoría y aprovechar la tendencia de las colaboraciones exitosas.
Este movimiento puede generar un efecto dominó en la relojería de gama media. Si Swatch logra sostener ventas pese a la subida, otras marcas podrían imitar la estrategia, lo que modificaría los precios y opciones para los consumidores que buscan relojes más asequibles.
Más que aumento de precio un cambio de filosofía
La reacción del público será clave. Para algunos, el 10% no es una cifra desorbitada, pero sí un cambio de rumbo en la filosofía de la marca. ¿Está Swatch abandonando su esencia de accesibilidad o evolucionando hacia un nuevo prestigio?
Lo que es claro es que Swatch ya no se conforma con ser un reloj suizo accesible para el mundo. Hoy marca agenda en la industria y plantea un debate sobre cómo se redefine el lujo para este y los próximo años.