
Una de las marcas más conocidas y respetadas de rompope en México es Santa Clara, que rinde homenaje directo al convento de su origen. Rompope Santa Clara se presenta en una elegante botella de 1 litro, y es producido por Casa Cuervo, S.A. de C.V., una de las casas productoras más reconocidas de bebidas alcohólicas en México, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón, Ciudad de México.
Este rompope destaca por su calidad y consistencia, ofreciendo un sabor equilibrado que ha conquistado paladares en todo el país. Es perfecto para disfrutarlo en reuniones familiares, festividades o como un toque especial en la repostería tradicional.
Rompope Santa Clara: Historia, Tradición y Sabor de México
El rompope es una de las bebidas más representativas de la tradición culinaria mexicana, especialmente en épocas decembrinas y celebraciones religiosas. Su origen se remonta a la época colonial, específicamente al siglo XVII, en el convento de las Hermanas Pobres de Santa Clara en Puebla, también conocidas como monjas clarisas.
Según la historia más comúnmente aceptada, fue una monja llamada Eduviges quien perfeccionó la receta de esta bebida cremosa, a base de leche, yemas de huevo, azúcar, vainilla y aguardiente de caña. Aunque en sus inicios solo ella tenía permiso para probarlo por contener alcohol, con el tiempo, el rompope se popularizó entre las comunidades religiosas y civiles, ganando fama a nivel nacional.
Inspirado en los ponches europeos de leche y huevo, el rompope fue adaptado con ingredientes locales y se convirtió en un símbolo de la gastronomía mexicana. Su sabor suave, con notas de vainilla, caramelo y especias, y su textura cremosa, lo hacen ideal no solo para beberlo solo o con hielo, sino también para utilizarlo como ingrediente en postres como flanes, pasteles o atoles.
El rompope y sus parientes alrededor del mundo
Aunque el rompope es profundamente mexicano, su esencia tiene paralelos internacionales. En Estados Unidos se consume el egg nog durante las fiestas de invierno; en Puerto Rico, el coquito con leche de coco y ron es una tradición navideña; en Chile, el rompón se aromatiza con clavo de olor. Europa también tiene sus versiones: el advocaat neerlandés, el bombardino italiano, y hasta el sahlep turco, aunque este último es sin alcohol.
Tradición viva
Hoy en día, el rompope se produce a lo largo del año y en diversos estados como Puebla, Morelos, Querétaro y la Ciudad de México, en sabores que van desde el clásico de vainilla hasta variedades como almendra, pistache o café. Sin embargo, la esencia del Rompope Santa Clara sigue manteniendo viva la tradición de una bebida que, más que una receta, es un legado cultural.