Esta alianza no solo representa una inversión estratégica, sino también una declaración de principios: acompañar el movimiento, la pasión y el sudor de los aficionados dentro y fuera de la cancha.
Rexona eligió el Parque Aztlán de la Ciudad de México como escenario para anunciar su participación, en un evento que fusionó tecnología, fútbol y emoción. La marca se presenta como aliada de los fans, no solo en términos de protección contra el sudor, sino como catalizadora del movimiento físico y emocional que genera el fútbol.
La estrategia de Rexona se centra en activar la marca con experiencias, promociones y productos especiales que se alineen con la narrativa de transformación personal a través del deporte. “Esta alianza no es solo un patrocinio: es una extensión natural de nuestra misión”, declaró Ernesto Viramontes Riveroll, Director General de Cuidado Personal en Unilever México.
“En FIFA entendemos perfectamente el poder que tiene el fútbol para unir y para mover al mundo entero. Concretar alianzas estratégicas con marcas como Rexona que no solo acompañan el movimiento natural del deporte, sino que lo impulsan de una manera proactiva es importante. Hoy Rexona se une a FIFA como patrocinador del mundial más grande en la historia: 48 selecciones nacionales, 104 partidos, 16 ciudades sedes, 3 países…la logística que se necesita para organizar este mundial es inmensa”, expresó Jurgen Mainka, Chief Tournament Officer para FWC26.
Este nuevo camino hacia el Mundial implica una presencia activa en zonas oficiales de FIFA, campañas digitales y físicas que incentivarán al público a moverse más y a vivir el fútbol intensamente, sin miedo al sudor. Rexona refuerza así su identidad como marca global —presente en más de 100 países— y como empresa socialmente responsable, con producción local en instalaciones sostenibles.
Con este tipo de alianzas, las marcas no solo ganan exposición: se insertan en la conversación cultural del deporte, se alinean con valores compartidos y generan vínculos duraderos con consumidores cada vez más exigentes.