La Inteligencia Artificial (IA) está redefiniendo el panorama laboral a un ritmo sin precedentes. Ahora se dio a conocer la historia de dos programadores recién graduados terminaron trabajando en Chipotle por culpa de la IA
Y es que lo que comenzó como una herramienta para automatizar tareas específicas ahora se ha convertido en un motor de transformación que, según analistas, no solo sustituirá empleos, sino que también creará nuevos roles y demandará competencias inéditas en el mercado laboral.
De acuerdo con el World Economic Forum, se estima que para 2025 la automatización impulsada por IA desplazará alrededor de 85 millones de empleos en todo el mundo, principalmente en sectores como manufactura, atención al cliente, transporte y servicios administrativos. Sin embargo, la misma tecnología generará cerca de 97 millones de nuevos puestos, orientados a análisis de datos, desarrollo de software, ciberseguridad, mantenimiento de sistemas de IA y gestión ética de algoritmos.
En México, cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indican que tres de cada diez trabajadores tienen un alto riesgo de que sus tareas sean automatizadas en la próxima década. Los empleos con mayor vulnerabilidad son aquellos que dependen de procesos repetitivos y predecibles, como operadores de call centers, cajeros, capturistas de datos y algunos puestos administrativos. Por el contrario, ocupaciones que requieren creatividad, pensamiento crítico, interacción humana compleja o supervisión tecnológica tienen mayor resiliencia.
Programadores recién graduados terminaron trabajando en Chipotle
Cuando Manasi Mishra comenzó a estudiar informática, imaginó un futuro escribiendo código para grandes empresas tecnológicas, no preparando burritos.
Pero la reciente graduada de la Universidad de Purdue no ha podido conseguir un trabajo en el campo elegido debido a que las empresas tecnológicas recurren cada vez más a la inteligencia artificial para realizar tareas de nivel inicial.
“Acabo de graduarme con un título en informática y la única empresa que me ha llamado para una entrevista es Chipotle”, dijo Mishra frustrado en un video de TikTok a principios de este verano, que ha sido visto casi 150 mil veces.
La experiencia de Mishra subraya un cambio radical en el mercado laboral para los nuevos programadores.
Según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la tasa de desempleo para los recién graduados en informática es del 6,1 por ciento y del 7,5 por ciento para los graduados en ingeniería informática; ambas tasas son superiores al promedio del 5,3% de todos los graduados recientes y aproximadamente el doble de la tasa del 3 por ciento para carreras como biología e historia del arte.
“Estoy muy preocupado”, dijo al New York Times Jeff Forbes, ex director del programa de educación en informática y desarrollo de la fuerza laboral de la Fundación Nacional de Ciencias.
Los estudiantes de informática que se graduaron hace tres o cuatro años habrían tenido que rechazar ofertas de las mejores empresas, y ahora ese mismo estudiante tendría dificultades para conseguir trabajo.
Durante más de una década, líderes tecnológicos, multimillonarios e incluso presidentes de Estados Unidos alentaron a los jóvenes a “aprender a codificar”, prometiendo que las habilidades de programación prácticamente garantizarían un salario inicial de seis cifras y seguridad laboral.
Si bien ha habido un puñado de ganadores en la economía de la IA, algunos de ellos cobrando enormes salarios a medida que las valoraciones de las empresas de IA se disparan, la mayoría de esas empresas emplean a relativamente pocas personas.
Dario Amodei, director ejecutivo del desarrollador de inteligencia artificial Anthropic, advirtió que la inteligencia artificial podría eliminar la mitad de todos los empleos de cuello blanco de nivel inicial en los próximos uno a cinco años.
La llegada de asistentes de codificación de IA como GitHub Copilot, CodeRabbit y otros ha acelerado el declive de los roles de programación de nivel de entrada, que se encuentran entre los más fáciles de automatizar para las empresas.
Los economistas y ejecutivos de la industria dicen que la desaceleración de las contrataciones también está vinculada al exceso de personal posterior a la pandemia, los recortes agresivos de costos, las altas tasas de interés y las congelaciones generalizadas de contrataciones.
Si bien los expertos debaten qué parte de la crisis actual se debe directamente a la IA frente al ciclo económico, hay poco desacuerdo en que los puestos de codificación junior están bajo una intensa presión.
El resultado es un mercado laboral muy diferente al de hace unos años. Esta el caso de Zach Taylor, graduado de la Universidad Estatal de Oregon en 2023, dijo al Times que solicitó casi 5 mil 800 empleos tecnológicos, lo que resultó en solo 13 entrevistas y cero ofertas.
Ni siquiera la empresa en la que hizo prácticas pudo contratarlo a tiempo completo. Después de intentar conseguir un puesto en McDonald’s y ser rechazado “por falta de experiencia”, regresó a su casa en Sherwood, Oregón, y comenzó a cobrar el subsidio por desempleo.
“Es difícil encontrar la motivación para seguir postulándose”, dijo al Times.
Para muchos solicitantes de empleo, el proceso de solicitud se ha convertido en un desafío: evaluaciones de codificación en línea, pruebas técnicas en vivo y múltiples entrevistas, solo para ser rechazados o ignorados.
Algunos describen la experiencia como “sombría” o “devastadora”. Otros dicen sentirse engañados por una industria que una vez les dijo que las habilidades de software eran la clave.
En San Francisco, las vallas publicitarias anuncian herramientas de codificación de IA que prometen escribir o depurar código más rápido que los humanos.
CodeRabbit, aunque no es tan utilizado como Copilot, es elogiado por funciones como la colaboración en tiempo real y las revisiones de código contextuales. Estas herramientas, junto con una gran cantidad de solicitantes, permiten a las empresas producir más software con menos ingenieros júnior.
Audrey Roller, quien recientemente se graduó con un título en ciencias de datos de la Universidad Clark de Worcester, Massachusetts, dijo al Times que escribe sus propias aplicaciones sin herramientas de inteligencia artificial con la esperanza de destacarse entre la multitud automatizada.
Pero cuando una empresa le envió un correo electrónico de rechazo apenas tres minutos después de que ella presentó su solicitud, sospechó que un algoritmo había tomado la decisión.
“Algunas empresas están usando inteligencia artificial para evaluar a los candidatos y eliminando el aspecto humano”, dijo al Times.
La crisis también ha destruido una vía paralela hacia el sector tecnológico: los campamentos de entrenamiento de codificación.
Durante más de una década, estos programas intensivos ofrecieron una ruta hacia empleos de ingeniería bien remunerados para personas que no tenían títulos tradicionales en ciencias de la computación.
Ahora, muchos están viendo caer sus tasas de colocación laboral, informó Reuters.
Jonathan Kim, quien pagó casi $20,000 por un programa a tiempo parcial en Codesmith en 2023, se ha postulado a más de 600 puestos de ingeniería de software sin recibir ofertas.
Ahora trabaja en la heladería de su tío en Los Ángeles mientras continúa codificando en proyectos de código abierto.
“Vendieron un sueño falso de un gran mercado laboral”, dijo a Reuters.
En Codesmith, solo el 37 por ciento de los estudiantes de la cohorte de tiempo parcial de 2023 consiguieron trabajos tecnológicos de tiempo completo en seis meses, frente al 83 por ciento a fines de 2021, según el Consejo de Integridad en los Informes de Resultados.
Las tasas de colocación en otros campamentos de entrenamiento también han caído al rango del 37 al 50 por ciento para algunas cohortes.
La compañía dijo a Reuters que el mercado es “difícil”, pero señala que el 70 por ciento de sus graduados a tiempo completo encontraron trabajo en un año.
Los veteranos de la industria dicen que este entorno está empujando a las empresas tecnológicas hacia un modelo de contratación tradicional que favorece a los graduados de universidades de élite como el MIT y Stanford, revirtiendo algunas de las ganancias de diversidad que alguna vez apoyaron los campamentos de entrenamiento.
“Están enviando a sus reclutadores al MIT y a Stanford y agasajando a los mejores estudiantes”, dijo a Reuters Michael Novati, cofundador de Formation Dev, una empresa que capacita a ingenieros experimentados para entrevistas.
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