• Según la Encuesta Global de Millennials y Gen Z de Deloitte, el 75% de los miembros de la Generación Z espera que las marcas tomen posturas claras sobre temas sociales, desde la diversidad hasta la sostenibilidad.

• Según un estudio de NielsenIQ, el 63% de los jóvenes entre 18 y 25 años evita productos que se ven demasiado procesados o artificiales.

• Según el Pew Research Center, más del 70% de los jóvenes asegura que la apariencia de un producto influye significativamente en su decisión de compra.

En la actualidad, las tendencias cambian a una velocidad impresionante y captar la atención de la Generación Z es cada vez más complejo. Esta generación, nativa digital y altamente exigente, demanda autenticidad, innovación real y una propuesta de valor que conecte con sus valores y estilo de vida. Sin embargo, varias marcas y productos que parecían ser grandes apuestas han quedado rápidamente en el olvido por no lograr esta conexión profunda ni mantener el interés en un entorno donde todo cambia día a día.

Casos que no lograron retener a la Gen Z

Abercrombie & Fitch (versión 2000s)
Esta marca de moda dominó principalmente entre millennials, pero su imagen fue rechazada por la Gen Z, que prioriza las tendencias en redes sociales. Aunque A&F intentó reinventarse, el daño a su reputación demostró lo rápido que una generación puede desaprobar una marca si no conecta con sus valores.

Google Glass
Los lentes inteligentes de realidad aumentada prometían revolucionar la tecnología wearable, pero resultaron caros, poco estéticos y generaron desconfianza por cuestiones de privacidad. La Gen Z, sensible a la estética y la protección de datos, nunca los adoptó masivamente como se proyectaba.

Snapchat Spectacles
A pesar del enorme uso de Snapchat entre la Gen Z, sus lentes para grabar videos resultaron caros y poco funcionales, sin ofrecer ventajas claras sobre un smartphone. Fue un producto discontinuado por baja demanda, reflejando la importancia de la practicidad y el valor real para esta generación.

Coca-Cola Energy
La entrada de Coca-Cola al mercado de bebidas energéticas terminó siendo un fracaso, ya que la Gen Z prefiere marcas como Monster, Red Bull o alternativas más saludables como Celsius. La identidad tradicional de Coca-Cola no logró alinearse con las expectativas y estilo de vida energético y saludable de esta generación.

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Apple AirPower
Con gran expectativa, Apple anunció su base para cargar simultáneamente varios dispositivos, pero problemas técnicos nunca fueron solucionados y el producto fue cancelado. En un mercado donde la Gen Z espera soluciones inmediatas y confiables, este caso simboliza las consecuencias de las sobrepromesas.

Burger King “Satisfries”
Las papas “light” con menos calorías y grasa no lograron calar en la Gen Z, que prefiere autenticidad en el sabor o apuesta por opciones plant-based. Intentar captar a una generación con versiones “light”  puede resultar contraproducente.

Threads (de Meta)
Pensada para competir contra X (antes Twitter), Threads atrajo a más de 100 millones de usuarios en cinco días, pero su base activa diaria cayó un 80% en un mes, evidenciando que la novedad no garantiza retención ni relevancia, especialmente cuando se enfrenta a plataformas con comunidades consolidadas.

Heinz EZ Squirt (ketchup de colores)
Aunque popular entre niños en su lanzamiento original, los relanzamientos no conectaron con la Gen Z, que busca alimentos visualmente atractivos pero también saludables y estéticamente “limpios”. El color chillón fue percibido más como algo grotesco que divertido.

Segway original
Aunque, ocasionalmente se usa en algunas plazas por elementos de seguridad, este vehículo personal de dos ruedas prometía ser el futuro del transporte, pero su alto costo, poco pragmatismo y estética no alineada con la sensibilidad de la Gen Z lo condenaron al olvido, que hoy prefiere scooters eléctricos o bicicletas más funcionales y estilizadas.

McDonald’s McPlant
La hamburguesa vegetal creada con Beyond Meat no generó interés sostenido en EE.UU., pues la Gen Z que consume productos plant-based suele preferir opciones más artesanales y con identidad propia, no simplemente una versión vegetal de un clásico.

Nintendo Wii U
Con un branding confuso y un catálogo de juegos limitado, la consola sucesora del Wii no logró captar a gamers jóvenes que buscaban experiencias más sociales y gráficas, optando en cambio por la Nintendo Switch, PlayStation 4 o juegos móviles.

Y es que, estos casos nos dejan como aprendizaje lo rápido que pueden cambiar las preferencias en el consumidor. Según datos de McKinsey (2022), la Gen Z espera experiencias intuitivas, personalizadas y sin fricciones; cualquier falla en la promesa de eficiencia o innovación es motivo de abandono

Todos estos fracasos comparten un hilo conductor, intentar forzar una conexión con la Gen Z sin entender realmente su mentalidad. No basta con ser innovador o tener historia; es necesario ofrecer productos funcionales, auténticos, con valores alineados y una narrativa clara. Esta generación tiene poco tiempo, muchas opciones y una capacidad crítica aguda. Si un producto no les aporta algo real, simplemente lo dejan atrás.

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