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El 44 % de los adultos ha pedido comidas infantiles para sí mismos, según una encuesta de Lightspeed Commerce.
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Porciones más pequeñas, precios bajos y simplicidad de los platos son los factores que atraen a los adultos.
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Los pedidos de adultos en menús infantiles aumentaron un 30 % entre 2019 y 2025, refiere Circana.

Los menús infantiles de cadenas como McDonald’s y Burger King están dejando de ser exclusivos para los más pequeños. Un número creciente de adultos está optando por estas opciones, motivados no solo por el precio y el tamaño de las porciones, sino también por la simplicidad y conveniencia que ofrecen. Según una encuesta de Lightspeed Commerce, el 44 % de los comensales estadounidenses ha pedido comidas infantiles para sí mismos, reflejando un cambio en la manera en que los adultos conciben la alimentación rápida y casual.
En ese sentido, el fenómeno, conocido en la cultura popular como kiddults, describe a adultos que adoptan elementos tradicionalmente infantiles por placer, nostalgia o comodidad. En el caso de la comida, estas elecciones reflejan una combinación de factores prácticos y emocionales: la facilidad de manejo de porciones pequeñas, la oportunidad de probar combinaciones clásicas como mini hamburguesas o macarrones con queso, y un costo menor en comparación con los platillos regulares. Esta tendencia no solo representa una curiosidad social, sino también una oportunidad estratégica para las cadenas de comida rápida.
De la infancia a la adultez, la adaptación de la oferta
McDonald’s y Burger King han comenzado a notar y adaptarse a este comportamiento, suavizando la línea que separa lo infantil de lo adulto. Mientras que antes sus menús infantiles eran percibidos como exclusivos para niños, hoy las campañas de marketing y las presentaciones buscan atraer a un público más amplio. Esto incluye ofrecer opciones balanceadas, promover la nostalgia con productos clásicos y posicionar el menú como una elección inteligente para aquellos que buscan conveniencia sin sacrificar valor.
Los datos de la investigadora Circana refuerzan esta tendencia: entre 2019 y 2025, los pedidos de adultos para comidas infantiles aumentaron un 30 %, incluso mientras el tráfico general de restaurantes disminuía. Esto sugiere que los adultos no solo ven estas opciones como un ahorro, sino que también las perciben como una solución práctica para porciones controladas y sabores familiares en un entorno rápido.
Para McDonald’s y Burger King, este cambio implica una oportunidad de consolidar la fidelidad de un segmento adulto que valora la practicidad y el disfrute sin complicaciones.
Además, la aceptación de adultos en los menús infantiles desafía la percepción tradicional de estas marcas como “solo para niños” y amplía el espectro de consumidores. Esto no solo aumenta las ventas directas, sino que también fortalece la imagen de las cadenas como inclusivas y adaptables a nuevos comportamientos de consumo.
Lo que alguna vez fue un espacio exclusivo para la infancia se está transformando en un terreno para la experimentación y la fidelización adulta. Los kiddults están redefiniendo lo que significa disfrutar de una comida rápida: buscan conveniencia y economía, esta es una señal clara de que entender y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo puede traducirse en una ventaja competitiva para las marcas de consumo.
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