- El cobranding entre Oreo y Xbox generó 6,7 mil millones de impresiones y +8,6% de crecimiento en el segmento.
- En 2023, la industria global de gaming facturó más de 184 mil millones de dólares, según Newzoo.
- En México, el 73% de la población entre 18 y 44 años juega videojuegos al menos una vez por semana.
Una alianza con sabor a botón A
El universo del gaming tiene su propio idioma. Uno que habla con códigos, accesos ocultos y recompensas desbloqueables. Entendiendo esta lógica, Oreo encontró una manera de integrarse orgánicamente al comportamiento de los gamers con una campaña que va más allá del packaging especial.
“Cheat Cookies”, desarrollada por Saatchi & Saatchi para Mondelez International, convirtió a las tradicionales galletas Oreo en piezas interactivas que los consumidores podían usar para desbloquear contenido dentro de tres de los títulos más populares de Xbox: Halo Infinite, Forza Horizon 5 y Sea of Thieves.
La ejecución fue simple: seis nuevas galletas con símbolos inspirados en los botones del control de Xbox (A, B, X, Y, flecha y estrella). Los usuarios debían formar combinaciones con las galletas físicas, escanearlas a través del sitio web oficial y, con eso, accedían a contenido exclusivo dentro del juego.
El resultado fue una experiencia física y digital unificada, centrada en la participación activa de los fans de la marca y de la consola.
Engagement más allá del punto de venta
Los resultados no se limitaron al buzz social. Según datos oficiales de la campaña, se generaron 6,7 mil millones de impresiones, más de 827,419 ítems desbloqueados por usuarios y un incremento de 8,6% en ventas en el segmento a lo largo de Europa.
Además, la colaboración fue shortlist en Eurobest 2024 en la categoría Travel, Leisure, Retail, Restaurants & Fast Food Chains.
Más allá de los números, la campaña logró posicionarse en el universo gamer con legitimidad, aprovechando un hábito propio de esa comunidad (el uso de códigos de trucos) para asociarlo con el consumo del producto. No hubo premios por participar, sino una recompensa que los jugadores valoran: ítems únicos dentro de sus juegos favoritos.
Este enfoque se aleja de las fórmulas clásicas de activaciones en retail. En lugar de simplemente regalar productos o contenido, se construyó una mecánica basada en la lógica del target. Es decir, se jugó el juego del consumidor, en lugar de intentar que este se adapte al de la marca.
Oreo, experta en colaboraciones
La alianza con Xbox no es un hecho aislado. Oreo ha demostrado en los últimos años una estrategia sólida basada en colaboraciones que generan conversación. Desde sus ediciones especiales con Pokémon, hasta sus activaciones con marcas como Supreme o Lady Gaga, la marca de Mondelez ha logrado mantenerse vigente en el consumo pop-cultural sin perder su esencia.
- Supreme x Oreo: edición limitada de galletas rojas con el logo de la marca de streetwear. Se revendían en eBay por más de 90 dólares.
- Pokémon x Oreo: cada galleta tenía un diseño diferente de los personajes del videojuego, incentivando la colección.
- Lady Gaga x Oreo: una versión cromada y rosa para promover su álbum “Chromatica”.
Estas asociaciones funcionan porque entienden los códigos culturales de sus audiencias. No se trata de un logo al lado de otro, sino de conectar desde los rituales cotidianos: coleccionar, jugar, mostrar, compartir.
En un contexto en el que los consumidores premian la autenticidad y penalizan los intentos forzados de branding, Oreo ha conseguido posicionarse como una marca que entra al juego sin pedir permiso.
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