- Nissan acumuló más de 10,000 búsquedas en Google México en menos de 24 horas.
- La automotriz reducirá 20,000 puestos de trabajo a nivel global antes de 2027.
- Las plantas de Aguascalientes y CIVAC producen más de 500,000 vehículos al año.
Nissan volvió a ser noticia en México y esta vez no fue por un nuevo modelo ni una campaña de marketing, sino por una combinación de ajustes industriales, tensiones laborales y cambios estratégicos que despertaron la curiosidad de miles de usuarios.
En los últimos días, la palabra “Nissan” se posicionó entre las más buscadas en Google México, por encima de celebridades y fenómenos climáticos, con más de 10.000 búsquedas en un solo día.
Este pico de la marca que lidera el mexicano Iván Espinosa no se explica solo por una campaña de paid media ni por un stunt viral. Hay un fondo más denso: la marca atraviesa uno de sus momentos más delicados desde la salida de Carlos Ghosn.
En su más reciente reporte fiscal, Nissan Motor Co. anunció una pérdida neta de 670,900 millones de yenes (alrededor de 4,500 millones de dólares), la peor en más de dos décadas.
Frente a ese escenario, el nuevo plan de reestructuración global incluye despidos masivos, reducción de la capacidad productiva y la salida de mercados poco rentables. Y aunque esas decisiones están lejos del consumidor promedio, en México sí tienen eco directo: las plantas de Aguascalientes y Morelos (CIVAC) no solo ensamblan modelos populares como el Versa o el Sentra, también dan empleo a miles de trabajadores y proveedores.
Qué está pasando con Nissan en México
En las últimas semanas se informó sobre paros técnicos en la planta de Aguascalientes, como parte del ajuste en la cadena de producción.
Aunque no se trata de un cierre definitivo ni de despidos inmediatos, el freno temporal generó incertidumbre entre empleados y familias de la región.
La compañía explicó que los ajustes responden a la actualización de líneas de producción y a la transición hacia modelos eléctricos.
México sigue siendo un país estratégico para la marca. Según datos de la AMIA, Nissan produjo más de 500,000 vehículos en el país en 2023, manteniéndose como una de las automotrices líderes en ensamblaje nacional.
Además, es uno de los mayores exportadores de autos hechos en México, con fuerte presencia en Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica.
En paralelo, la marca anunció la llegada de la nueva generación del Leaf, su vehículo eléctrico más emblemático, con una actualización completa en diseño, autonomía y sistemas de asistencia al conductor.
El modelo llegará a Estados Unidos en el último trimestre del año, y se espera que México esté entre los primeros mercados de América Latina en sumarse a la comercialización.
En redes sociales, los picos de interés también estuvieron relacionados con búsquedas como “fábrica Nissan Aguascalientes”, “despidos Nissan”, “nuevo Leaf 2025” y “Nissan crisis”, según lo revelado por las tendencias de Google Trends México.
Una marca entre el cambio industrial y el branding emocional
El momento que atraviesa Nissan es un caso interesante para los profesionales del marketing y la publicidad.
A diferencia de otras crisis de reputación más visibles (como recalls masivos o escándalos de directivos), esta tiene una raíz industrial, pero con impacto directo en la percepción de marca.
La imagen de Nissan como sinónimo de confiabilidad, accesibilidad y movilidad urbana puede resentirse si se instala en la narrativa pública como una compañía en retroceso.
Sin embargo, también representa una oportunidad. El salto hacia los modelos eléctricos, las mejoras tecnológicas y la apuesta por optimizar operaciones pueden reconfigurar su posicionamiento en el mediano plazo.
En un mercado donde Tesla domina la conversación sobre autos eléctricos, y donde marcas chinas como BYD ganan terreno, Nissan tiene el desafío de recuperar el terreno que supo liderar con el Leaf.
En términos de estrategia de marca, el foco parece estar en la reactivación de su identidad tecnológica, la eficiencia operativa y la transición sustentable. Lo que resta ver es si logrará convertir esa narrativa en campañas tangibles para el consumidor mexicano, especialmente en un contexto donde el precio, la autonomía de los autos eléctricos y la infraestructura de carga siguen siendo barreras de entrada.
Dudas y consultas recurrentes
En ese volumen de búsquedas también influyen dudas prácticas y recurrentes de los consumidores de México.
Uno de los temas que disparó el interés reciente fue: “¿Qué tan robada es la Nissan NP300?”. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, esta pickup encabeza la lista de vehículos más robados en México, con más de 5,700 unidades sustraídas, superando a modelos como el Versa y el Aveo.
Otro foco de atención fue la consulta “¿Cuánto costará el Nissan Kicks 2026 y cómo se verá?”, impulsada por el anuncio oficial del rediseño del SUV compacto.
El nuevo Kicks, que debutará en Estados Unidos a finales de 2025, tendrá un precio base de 23,500 dólares (unos 440,000 pesos al cambio actual), incorporando un motor más potente, mayor distancia entre ejes y un diseño más robusto.
Ambos temas demuestran cómo el interés del consumidor mexicano por Nissan se reparte entre la funcionalidad cotidiana, la seguridad y la expectativa de renovación tecnológica.
Nissan en el radar de los mexicanos
Nissan está en el radar digital mexicano no por una campaña publicitaria, sino por una transformación profunda que pone a prueba su estructura global y su conexión emocional con los consumidores locales.
Las búsquedas no mienten: los mexicanos quieren saber qué pasa con una marca que, durante años, fue líder de ventas en el país.
Si la compañía logra traducir sus cambios en propuestas concretas y bien comunicadas, podría no solo recuperar su terreno, sino también abrir un nuevo capítulo en su historia en la región.
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