Si bien Netflix y demás plataformas de streaming llegaron a revolucionar la manera de emitir contenidos audiovisuales, lo cierto es que muchos de los formatos que se utilizan fueron retomados de la televisión y el cine, entre ellos el de la animación para adultos.

Seguramente el más importante ejemplo de nuestro tiempo que demostró que la animación no es sólo para un público infantil sea Los Simpson, serie estadounidense que retrata desde hace 30 años aspectos de la sociedad, el espectáculo y la vida pública norteamericana.

Desde entonces, muchas más series como Family Guy, South Park, Daria, The Ren & Stimpy Show y Beavis and butthead, entre otras, han seguido con esta tradición de generar ficciones animadas con temáticas que interesan a un público de adolescente a adulto, por lo que las plataformas de streaming han integrado este estilo de producciones dentro de su oferta.

Una de estos contenidos en Netflix es Bojack Horseman, que para su sexta temporada, anunciada para el próximo 25 de octubre  presentará también su capítulo final. La serie relata la historia de un actor de cine y televisión que tuvo mejores éxitos en la década de 1990 y que en la actualidad vive una decadencia.

Con humor, el mundo de este protagonista muestra un inusual ecosistema en donde diferentes especies animales están antropomorfizados y conviven con los humanos en una sociedad muy a la usanza de los tiempos actuales.

En este caso, es el mundo del espectáculo en Hollywood, las grandes casas productoras y la farándula, donde ocurren las situaciones que viven los protagonistas de las serie.