
El mercado del fitness en México se consolida como una oportunidad atractiva para quienes buscan emprender en una industria en crecimiento. Impulsado por una población cada vez más interesada en el bienestar físico, este sector genera más de 38 mil millones de pesos al año y emplea directamente a unas 70 mil personas, según datos de la Concanaco Servytur.
Para los emprendedores, este escenario representa una puerta abierta, aunque requiere una inversión considerable y una planeación meticulosa.
El sector fitness se fortalece con la demanda de salud y bienestar
Actualmente, cerca del 40% de los mexicanos mayores de 18 años se consideran físicamente activos, de acuerdo con el INEGI. Este dato refleja una tendencia sólida que favorece la creación de gimnasios, estudios especializados y modelos de negocio vinculados al ejercicio.
Alejandro Sena, director general de Dinero.mx, asegura que “emprender en este sector puede traer grandes beneficios si se cuenta con una buena preparación y acceso a financiamiento confiable”
La inversión inicial varía ampliamente dependiendo del tipo de gimnasio, su ubicación y los servicios que se ofrezcan. Por ejemplo, abrir un gimnasio tradicional puede requerir entre 400 mil y un millón de pesos, mientras que un estudio boutique, como uno de yoga o pilates, puede necesitar entre 200 mil y 500 mil pesos. Las franquicias, por su parte, pueden elevar la inversión hasta los 3 millones de pesos.
Costos clave al abrir un gimnasio: desde la renta hasta el marketing
Los principales gastos para iniciar en este rubro incluyen:
- Renta del local: puede ir de 20 mil a 300 mil mensuales en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey.
- Adaptación del espacio: implica una inversión de entre 50 mil y 200 mil pesos.
- Equipo de entrenamiento: puede costar entre 300 mil y 800 mil pesos si se adquiere nuevo.
- Trámites y licencias: como uso de suelo o Protección Civil, cuyo costo puede ir de 10 mil a 50 mil pesos.
- Campañas de marketing y apertura: requieren entre 20 mil y 80 mil pesos
Para quienes no cuentan con el capital completo, existen alternativas como créditos PyME, financiamiento a través de fintechs, leasing de equipo o alianzas con inversionistas.
De hecho, algunas empresas como LifeFitness ofrecen arrendamiento de maquinaria para reducir la inversión inicial.
Con una buena estrategia de negocio, un plan financiero sólido y herramientas digitales que faciliten el acceso a crédito, el sector fitness puede convertirse en un proyecto rentable a mediano plazo. Como lo señala Alejandro Sena, “el mercado está ahí, solo se necesita visión y estructura para aprovecharlo”.