- 20 proyectos por más de 30,000 millones de dólares ya solicitaron ingresar al régimen de inversiones RIGI; el cobre representa 16,000 millones.
- El distrito Vicuña, en la frontera con Chile, concentra depósitos estimados en 13 millones de toneladas de cobre medido y 25 millones de toneladas inferidas.
- La consultora CRU calcula que Argentina podría captar 47,000 millones de dólares en cobre hasta 2040, cifra comparable al préstamo récord del FMI.
El cobre como nueva carta de Milei
El presidente argentino Javier Milei puso en marcha, según CNBC, una ofensiva para reposicionar al país en el mapa minero mundial. Su idea: convertir a Argentina en el “nuevo Chile” del cobre.
La apuesta ocurre en medio de un auge global por la electrificación, el desarrollo de energías renovables y la expansión de la inteligencia artificial, sectores que dependen de manera crítica del metal rojo.
Milei, el economista libertario que llegó al poder en 2023 con un discurso rupturista, sostiene que la minería puede ser el motor de una economía históricamente atrapada en ciclos de volatilidad.
Para ello diseñó el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que garantiza beneficios fiscales, cambiarios y comerciales por tres décadas.
Según la consultora Verisk Maplecroft, ya se han presentado solicitudes de ingreso al RIGI por más de 30,000 millones de dólares, de los cuales el 75% corresponde a minería. Sólo el cobre representa 16,000 millones, superando lo que aportan todos los sectores no mineros en conjunto.
En paralelo, mientras la inflación se estabilizó en Argentina en el 2% mensual, la pobreza golpea a la mayor parte de la población y el país está inmerso en una profunda recesión. El poder de compra de los salarios y jubilaciones argentinas está en el peor momento en décadas, incluso cuando mejoraron considerablemente medidas en dólares. El problema es que nunca se recuperaron de la inflación previa que tocó el 300% interanual.
Interés de gigantes globales
Las compañías mineras más grandes del planeta ya pusieron la mirada en la región. BHP, Glencore y Rio Tinto mantienen conversaciones activas con Buenos Aires. Incluso, directivos de Glencore y Rio Tinto viajaron recientemente para entrevistarse con Milei y explorar oportunidades, dice la CNBC.
Entre los proyectos aparece el distrito Vicuña, una alianza entre BHP y Lundin, ubicado en la frontera chileno-argentina. Los yacimientos de Josemaría y Filo del Sol contienen, según estimaciones, 13 millones de toneladas de cobre medido y otras 25 millones inferidas.
Expertos de la International Council on Mining and Metals (ICMM) han comparado este hallazgo con lo que representó Australia Occidental para la industria del hierro: un punto de inflexión de escala global.
Ro Dhawan, director ejecutivo de ICMM, dijo que Argentina es “la historia más emocionante del cobre” en este momento, por la combinación de recursos geológicos, entorno político relativamente estable e infraestructura en expansión.
Oportunidad millonaria y obstáculos latentes
El potencial económico es vasto. La consultora CRU Group estima que la cartera de proyectos de cobre en Argentina podría inyectar hasta 47,000 millones de dólares en la economía hacia 2040. Este monto equivale al préstamo récord de 44,000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional otorgó al país en 2018, lo que muestra la magnitud de la apuesta.
Sin embargo, el camino no está libre de riesgos. La experiencia argentina muestra que las oscilaciones de política económica suelen frenar inversiones de largo plazo.
El propio RIGI enfrenta resistencia de legisladores opositores, que podrían modificarlo en caso de volver al poder. Además, el sector minero carga con un fuerte cuestionamiento social: activistas y comunidades locales advierten sobre el impacto ambiental, en particular el consumo de agua, la afectación de glaciares y los derechos de pueblos originarios.
En Verisk Maplecroft advierten que la consistencia normativa y el consenso comunitario serán determinantes para que Argentina deje de ser “otro espejismo minero” y logre consolidar un verdadero boom.
Un futuro abierto
La apuesta de Milei busca atraer divisas, reducir la dependencia de la deuda y proyectar a Argentina como un actor central en la transición energética global.
El desenlace dependerá de un delicado equilibrio entre la estabilidad política (en octubre hay elecciones legislativas en Argentina), la gestión ambiental y la capacidad del gobierno de generar confianza en los inversionistas.
Si esos factores se alinean, el cobre podría ofrecer a Milei el trampolín que necesita para cumplir su promesa de “hacer grande a Argentina otra vez”, según reflexionan en CNBC.
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