Buenos Aires, Argentina.- La misteriosa desaparición de las galletas Toddy a poco de su lanzamiento las posicionó mejor en el mercado. Sin publicidad masiva y con un precio bajo, la marca enamoró para luego escasear “sospechosamente” hasta que la gente, a través de las redes sociales, rogó que volviera. Esta es la historia de Toddy, las galletas “Houdini” que Pepsico lanzó para declararle la guerra a Pepitos.
Pepsico, la multinacional que está detrás de las galletas Toddy, no admite la brillante estrategia de marketing para posicionar la nueva marca en el mercado argentino. Es que es un hecho que para empezar a competir con Pepitos (de Kraft Foods Argentina) por los consumidores de galletas con chips de chocolate, la táctica fue tan simple como arriesgada: hacerlas desaparecer.
Las lanzaron en marzo –con el comienzo del año lectivo–, inundaron el mercado con precios bajos (3,50 pesos argentinos el paquete de seis) y, como por arte de magia, desaparecieron de los puntos de venta. Esas exquisitas galletas Toddy (la fórmula, hay que reconocerlo, es excelente) que probaron miles una única vez, de un día para el otro, ya no estaban más en los quiscos.
La desesperación se viralizó en la web. Además del perfil oficial, uno tras otro aparecieron grupos en Facebook clamando por datos sobre dónde conseguir Toddy. Es más, nació una página web, Dónde hay Toddys, que –también sospechosamente– un fanático creó para que los que las pudieron comprarlas en Buenos Aires, compartieran información. En Twitter, la marca también se encargó de “calentar” la intriga.
Hoy, cuatro meses después, el abastecimiento es normal (a un precio que es casi el doble del original). Sin embargo, Toddy ya no parte de cero en la lucha por una porción del mercado. Y lo logró sin publicidad masiva, a pesar de que Pepsico –obviamente– tiene presupuesto y habría podido hacer una gran campaña.
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