- Fulfilled inauguró su cuarta sucursal en Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina, con un anuncio que dice “Si te ves bien, te sentís bien” y provocó críticas en LinkedIn.
- En España, del 47% de los encuestados que se sometieron a tratamientos estéticos, sólo el 7% sabía que eran exclusivamente médicos y el 65% reconoce que se realizaron por personal no calificado.
- México recibió en 2024 1.4 millones de pacientes internacionales por turismo estético, generando 8,000 millones de dólares.
¿La belleza como argumento de ventas?
La pieza publicitaria exterior de Fulfilled en Mendoza, Argentina, con el lema “Si te ves bien, te sentís bien”, generó conversación en LinkedIn. Chacho Horacio Puebla, Co-Founder & Chief Creative Officer at Felicidad, en respuesta a una foto publicada por Alex Waisman, CEO de Come Together Agency, lo llamó una “falacia”: “te ves bien con una aguja en la cara? Tu felicidad está linkeada al esfuerzo, no a la comodidad”.
Waisman había escrito, entre otras cosas, “primero te convencen de que estás roto y después te venden el arreglo; la industria de la inseguridad es un negocio redondo”.
El debate se enriqueció con otros aportes: Tebo Samaniego, Director Creativo con enfoque en storytelling, branding y campañas digitales, desde Madrid, habló del marketing planeado, y Marcelo Barcia abogó por una comunicación transparente que aporte valor real en lugar de dolor inducido.
La tensión no es sólo local: en España, la Sociedad Española de Medicina Estética lanzó la campaña “Tu cara ya no me suena” para contrarrestar desinformación. Alertan a que sólo el 7% identifica los tratamientos como médicos y el 65% se realizan en manos no especializadas, según Reason Why.
Polémicas similares en la región
América Latina está llena de casos donde la publicidad generó debate por sus códigos estéticos o éticos:
- En Chile, una campaña de Falabella con una modelo negra sacudió los estereotipos tradicionales de belleza (criticados por sus raíces coloniales) y puso en cuestión quién representa una “mujer chilena”.
- En Madrid, el año pasado, una lona de Clínicas Dorsia proclamaba: “Otro verano más cambiando el panorama de las playas”. Asociaciones pidieron su retiro por cosificar a la mujer y promover un ideal sexista.
Estos ejemplos muestran que el conflicto entre aspiraciones consumistas y representaciones éticas no es nuevo, pero sigue vigente.
El anuncio de Fulfilled reveló cómo ciertos mensajes publicitarios activan una reflexión sobre el marketing emocional y la construcción de inseguridades.
En hispanoamérica, otros casos (como el de Falabella o Dorsia) muestran el poder de la representación en la publicidad. Frente a eso, empiezan a surgir movimientos que priorizan la responsabilidad y la transparencia.
El desafío real para la industria del marketing está en transitar de vender inseguridades a construir confianza.
En su comentario en LinkedIn, Barcia dijo: “Que este comentario venga de alguien que trabaja con el marketing y comunicación me da esperanza, porque el sistema se modifica cuando las personas participamos de manera consciente, desactivando el piloto automático”.
Y agregó: “Cómo hacer un ‘marketing honesto’, que responda a las necesidades de la gente, sin inventarla, debería ser el desafío que tienen que asumir las agencias. Y el público debería seguir educándose, para no comprar cualquier mensaje que le comparten”.
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