
- Las importaciones de ropa en Argentina crecieron 77% en valor y 186% en volumen entre enero y mayo de 2025.
- Durante el segundo trimestre de 2025, la mitad de las empresas textiles argentinas reportó una baja promedio de 7% en ventas; en dos años, el 80 % sufrió caídas acumuladas cercanas al 28%.
- Entre enero y julio de 2025, las importaciones textiles aumentaron 97% en volumen; indumentaria creció 123% y productos para el hogar 195%.
Shein, Temu y el mercado local en jaque
El ingreso masivo de ropa a precios ultrabajos, liderado por plataformas como Shein y Temu, está tensionando al ecosistema nacional de producción e industria. En Argentina, el aumento de importaciones hace que hoy 7 de cada 10 prendas vendidas sean extranjeras, dice, Ground News.
Esta dinámica expone un desequilibrio feroz entre la velocidad y el costo de la moda fast fashion, versus los tiempos y costos de las marcas locales.
Regulación en Argentina
La Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) impulsa una ley que busca equiparar las condiciones entre productos importados y los de fabricación local.
La normativa propuesta demandaría certificaciones de origen, certificaciones ambientales, controles de toxicidad y un esquema fiscal más equilibrado, inspirado en la ley francesa, que aplica eco‑tasas progresivas y restringe la publicidad de moda ultrarrápida.
Este enfoque reconoce que el fast fashion digital no solo afecta a la industria, sino que transforma modelos de negocio, expectativas del consumidor y actividad en redes sociales, publicidad directa y estrategias omnicanal.
¿Por dónde pueden diferenciarse las marcas locales?
Las empresas del resto de América Latina pueden estudiar cómo responder con creatividad y rapidez desde estos frentes:
- Rediseñar y comunicar propuestas de valor que apelen a la calidad, trazabilidad y sostenibilidad.
- Implementar estrategias de marketing narrativas, donde el “detrás de la prenda” (realización, materiales responsables, impacto local) genere diferenciación.
- Aprovechar regulaciones emergentes como oportunidades para colaborar, posicionarse como industria formal y coherente, y reforzar la confianza del consumidor.
Experimentar opciones
Las marcas locales que buscan competir en un entorno dominado por plataformas globales como Shein y Temu deben comenzar por fortalecer su logística y su experiencia omnicanal.
No se trata sólo de estar presentes tanto en tiendas físicas como en canales digitales, sino de integrar ambos espacios de forma fluida, generando una experiencia coherente y conveniente para el consumidor.
Esta integración permite optimizar tiempos de entrega, mejorar la atención posventa y ofrecer una experiencia personalizada que difícilmente puede replicarse desde el exterior.
Además, es clave comunicar de manera clara el valor agregado que ofrecen los productos locales. La calidad en la confección, la responsabilidad en los procesos y la cercanía con el consumidor pueden convertirse en activos diferenciales si se articulan bien en una estrategia de marketing.
Alianzas con figuras o creadores de contenido que compartan valores sostenibles, junto con la implementación de certificaciones ambientales visibles y confiables, pueden reforzar la confianza del consumidor y posicionar a las marcas dentro de una narrativa que hoy gana terreno: comprar menos, pero mejor.
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