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Según Statista, el 49 por ciento de los consumidores determina la confianza de quien lo compra.
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Costco fue demandado por Lulumon tras presuntamente vender productos piratas.
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El 35 por ciento determina que defiende a una marca por su nivel de confianza con ella.
La marca Lululemon demandó a Costco, esto luego de que presuntamente la marca Kirkland estaría vendiendo ropa inspirada en la línea de la empresa demandante, por lo que incluso se han tomado adjetivos sobre que las prendas son “pirata”.
Al menos el 35 por ciento de consumidores opta por defender a una marca por la fidelidad que tiene con ella, mientras que el 49 por ciento determina que la confianza es un factor importante para que puedan comprar en ella, según Statista.
La firma canadiense Lululemon presentó una demanda contra Costco ante el Tribunal de Distrito del Centro de California, acusando a la cadena minorista de comercializar prendas que imitan ilegalmente algunos de sus productos más reconocidos.
Según el documento judicial de 49 páginas, Costco estaría infringiendo marcas registradas y patentes de diseño de modelos como la sudadera Scuba, la chaqueta Define y los pantalones ABC.
La marca sostiene que los artículos en cuestión se venden bajo la marca Kirkland, propiedad de Costco, pero también son fabricados por otras marcas distribuidas en sus tiendas, como Danskin, Jockey y Spyder.
Para Lululemon, estos productos inducen a confusión entre los consumidores y buscan beneficiarse de la reputación y el valor de sus prendas originales. La firma legal Morgan, Lewis & Bockius LLP, que representa a la marca deportiva, argumenta que se está generando una asociación indebida entre los productos auténticos y los imitadores.
La disputa se inscribe dentro de la Ley Lanham, que protege contra la competencia desleal y el uso indebido de marcas registradas, y podría escalar a un nuevo capítulo en los litigios por propiedad intelectual dentro de la industria textil y de moda.
Competencia desleal entre marcas
La competencia desleal entre marcas es un fenómeno que afecta tanto a empresas como a consumidores, ya que distorsiona el mercado y rompe con los principios de ética comercial.
Este tipo de práctica ocurre cuando una marca intenta ganar terreno utilizando métodos que no se basan en la calidad, la innovación o el servicio, sino en el engaño, la confusión o el daño intencional al competidor.
Entre las formas más comunes están el uso indebido de imagen o nombre similar al de otra marca, la difusión de información falsa, el robo de secretos industriales o la imitación de campañas y empaques con la intención de generar confusión.
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Para el consumidor, la competencia desleal puede traducirse en una elección equivocada, pérdida de confianza y experiencias negativas que afectan su percepción de todo un sector.
Para las empresas que apuestan por prácticas honestas, este tipo de competencia representa un obstáculo injusto que puede dañar reputaciones o frenar su crecimiento, especialmente si no cuentan con los recursos legales para enfrentarla.
Adidas
Un caso conocido fue el conflicto legal entre Adidas y marcas que copiaban su característico diseño de tres franjas en ropa y calzado deportivo.
A pesar de que algunas de estas marcas vendían productos más baratos, lo hacían generando confusión entre consumidores. Adidas ha tenido que defender repetidamente su diseño como marca registrada, destacando la importancia de proteger la identidad visual en un entorno competitivo.
La competencia es sana cuando impulsa a mejorar; pero cuando cruza la línea de lo ético, pierde su valor para todos.
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