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Datos de la American Psychological Association (APA) señalan que más del 80 % de la información que procesamos es visual, y que los estímulos animados generan mayor atención sostenida, activación emocional y mejor memoria a largo plazo.
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Una investigación de la University of Leeds encontró que las metáforas visuales animadas incrementan la recordación de marca y el engagement emocional, particularmente en audiencias jóvenes acostumbradas a contenidos digitales dinámicos.
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Según un estudio de Content Marketing Institute, el 70% de los consumidores afirman que las historias hacen que las marcas sean más memorables.
El anime, un fenómeno cultural global en constante crecimiento, se ha convertido en una herramienta poderosa para que marcas y organizaciones conecten con audiencias jóvenes y diversas. Su narrativa visual permite contar historias frescas y creativas, más allá de los formatos tradicionales de publicidad. Firmas como Louis Vuitton, Tesla y Ralph Lauren y hasta Movimiento Ciudadano muestran cómo la animación y los cortometrajes pueden transformar la forma de construir la narrativa de marca, mientras que incluso en la política se exploran estrategias similares para atraer nuevas generaciones de una forma visual.
Louis Vuitton: perfumes y anime, una combinación inesperada
Louis Vuitton sorprendió al unir perfumes con anime para promocionar su colección Cologne Perfumes. La maison francesa creó una serie animada con estética de los años 90, en colaboración con el artista Alex Israel. Cada capítulo, publicado en las redes oficiales, estuvo lleno de paisajes coloridos inspirados en California y combinó la nostalgia de los dibujos retro con la sofisticación que caracteriza a la marca.
Al apostar por una narrativa artística en lugar de seguir tendencias de inteligencia artificial, Louis Vuitton demostró que se puede innovar desde lo clásico, generando un impacto visual y emocional que trasciende lo comercial. Esta estrategia resalta cómo la animación puede transformar un lanzamiento de productos en una experiencia cultural y artística, fortaleciendo la conexión con audiencias jóvenes y amantes del diseño.
Tesla: anime y tecnología para construir una imagen disruptiva
Elon Musk ha llevado la animación japonesa a su universo empresarial con la promoción de su restaurante mediante un cortometraje estilo anime. La animación presentó personajes icónicos de Musk explorando el establecimiento con una estética japonesa dinámica, capturando la atención de millones en redes sociales. Además, ha integrado elementos tecnológicos como Grok, fusionando innovación y cultura pop.
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— Knight World (@KnightWorlds) July 23, 2025
Este enfoque refuerza la imagen disruptiva de Musk, mostrando cómo el anime puede ser un recurso estratégico para promocionar proyectos tecnológicos y gastronómicos de manera memorable. Su iniciativa abre la puerta a que más marcas se atrevan a experimentar con la animación como un lenguaje creativo que mezcla tecnología, entretenimiento y cultura global.
Ralph Lauren: cortometrajes animados que fortalecen la identidad de marca
Ralph Lauren, por su parte, apostó por un cortometraje que sigue las aventuras de su icónico oso, un símbolo de la marca. Esta narrativa animada mezcló ternura, tradición y elegancia, reforzando la identidad de la firma mientras crea un vínculo emocional con su audiencia. A través del cortometraje, Ralph Lauren demuestra que la animación no solo es efectiva para productos innovadores o disruptivos, sino también para transmitir valores y generar una conexión profunda con el público.
Movimiento Ciudadano
Incluso en la política, estrategias similares están en marcha. Movimiento Ciudadano lanzó una animación al estilo Super Campeones, utilizando nostalgia y cultura pop para acercarse a centennials. La narrativa gira en torno a un torneo de fútbol con un equipo naranja, color distintivo del partido, creando un lenguaje visual que conecta con generaciones jóvenes y digitales.
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El uso del anime y los cortometrajes se consolida como una tendencia poderosa para contar historias, atraer audiencias y generar impacto visual. Louis Vuitton, Tesla y Ralph Lauren demuestran que explorar formatos creativos permite reforzar la identidad de marca, crear experiencias memorables y establecer nuevas formas de comunicación que resuenan en el público.
Estas iniciativas reflejan cómo la nostalgia, la innovación y la creatividad pueden converger en narrativas originales que captan la atención, impulsan engagement y transforman la manera en que las marcas y organizaciones se relacionan con sus audiencias. La animación deja de ser solo un recurso estético para convertirse en un vehículo estratégico capaz de conectar, emocionar y diferenciarse en un mundo saturado de contenidos.
Y es que, la animación se ha consolidado como un recurso estratégico en el marketing de productos intangibles. De acuerdo con datos del International Trade Administration (ITA) de Estados Unidos, el mercado global de servicios creativos, incluyendo la animación, ha mostrado un crecimiento sostenido, con una proyección de expansión del 7 % anual en 2025. Este crecimiento está impulsado en parte por la demanda de contenido altamente visual y adaptable a plataformas digitales, especialmente en campañas centradas en emociones y experiencias.
Además, lo visual tiene un peso decisivo en la forma en que los consumidores procesan la información. De acuerdo con la American Psychological Association (APA), más del 80 % de la información que retenemos entra por la vista, y los contenidos visuales, especialmente en movimiento, generan mayor atención sostenida, activación emocional y capacidad de recuerdo. Esto explica por qué las campañas basadas en animación tienen una mayor tasa de impacto y recordación que aquellas centradas únicamente en texto o imagen fija.
Una investigación de la University of Leeds en Reino Unido analizó cómo las metáforas visuales animadas influyen en la percepción del consumidor y concluyó que este tipo de representación mejora la recordación de marca y el engagement emocional, especialmente en audiencias jóvenes. La riqueza visual no solo atrae, sino que también permite que el consumidor interprete lo intangible como un aroma o un estado de ánimo de manera concreta y emocional.
En suma, el uso de animación en campañas de lujo no solo responde a una decisión estética, sino a una estrategia respaldada por evidencia empírica al permitir traducir lo sensorial en visual, conectar emocionalmente con el público y diferenciarse en un entorno publicitario saturado. Esto se refuerza por el hecho de que el cerebro humano responde con mayor intensidad a lo visual, especialmente cuando se combina con movimiento, color y narrativa emocional, convirtiendo a la animación en una herramienta poderosa y cada vez más central en la comunicación de marca.
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