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Los coworkings tienen un gran reto de distracción y productividad, ¿es posible resolverlo?

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  • Se estima que el mercado global de los coworkings tiene un valor de 26 mil mdd

  • En 2018, el número de estos espacios creció en 38 por ciento fuera de los Estados Unidos

  • A corto plazo, hasta el 40 por ciento de la demanda por las oficinas flexibles vendrá de grandes marcas y corporaciones

Si hay una industria que ha crecido rápidamente en la última década es la de los coworkings. De acuerdo con All Work, para mayo pasado ya existían más de 35 mil espacios de trabajo flexibles en todo el mundo. Entonces, se estimaba que para 2020 sumarían más de 278 mil metros cuadrados. Tan solo WeWork, que abarca poco más de una décima parte de este mercado, generó más de mil 859 millones de dólares (mdd) en 2018, según Statista.

Pero lo anterior no significa que los coworkings tengan un futuro completamente brillante para los próximos años. Justo la líder de la industria, WeWork, ha pasado por una importante crisis de negocio en el transcurso de los últimos meses. A eso se le deben de sumar el enorme número de críticas que este modelo ha generado. Por ejemplo, Become Nomad y NYC Office Suites, que ataca su volatilidad y falta de infraestructura. Pero hay dos retos aún más grandes.

Distracciones y falta de productividad: los problemas de los coworkings

Zenbooth apunta que, para muchas empresas que eligen el modelo de los coworkings, las distracciones son una plaga constante. También la productividad es un reto constante, ante el cual han tenido que surgir recomendaciones especializadas de agentes como Shared Space para superarlo. En entrevista con Merca 2.0, Romain Benenati, director general de Legan Center, cree que son fenómenos comunes a cualquier tipo de espacio abierto o compartido.

Las distracciones y la erosión en la productividad ya han sido comprobadas por un estudio de Harvard. En él se reveló que las oficinas abiertas reducen la interacción cara a cara en un 73% y aumentan el correo electrónico y los mensajes en un 63%. También dice que la gente en los coworkings están bajo mucho más estrés y son menos productivas que las personas con más privacidad. Esto, debido a que los primeros están expuestos a factores “sobre estimulantes”.

¿Entonces por qué son tan populares?

Si estas cifras son ciertas, ¿entonces por qué estos espacios de trabajo se han popularizado tanto en los últimos años? En parte podría ser por todas las ventajas que se asocian a estos modelos. Coworking Handbook apunta que los coworkings ayudan a reforzar las redes de contacto de empresas y profesionales. Por su parte, Drop Desk apunta que ayuda a “cambiar la perspectiva” de los negocios. Pero Benenati apunta que hay factores distintos en juego.

La tendencia de compartir espacios inició por la creencia que mejoraría la comunicación y la colaboración entre empleados. Pero nos estamos dando cuenta que demasiada interacción mata la interacción de calidad. Es importante marcar y definir cuándo tener este contacto. La democratización y las jerarquías lineales fomentan muchísimo este hábito, aunado a un ahorro evidente de optimizar espacios en coworking, con menos metros con más empleados por m2.

Arreglos para el problema

Es evidente que los coworkings no son infalibles. Sin embargo, también sería injusto señalar que el modelo está condenado a la ruina. Es importante que las marcas dentro de la industria traten de identificar los retos más desafiantes para la productividad de sus clientes. Asimismo, como señala el director general de Legan Center, es crucial trabajar en educar a empresas y colaboradores. Solo así se pueden fomentar mejores prácticas laborales en estos espacios.

Pero aparte de estas mejoras de parte de los colaboradores, las empresas buscan un balance entre oficinas privadas, pero con algunas ventajas de los coworkings. Como no tener que invertir en mobiliario, pagar rentas muy elevadas o contratos por cierto período de tiempo; pero sí contar con espacios privados que generen experiencias que enriquezcan el desempeño laboral. Siempre tomando en cuenta que la privacidad es indispensable para la productividad.

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