Las lluvias no dan tregua en la capital del país. En las últimas semanas, la Ciudad de México ha enfrentado intensas precipitaciones que han generado afectaciones en la movilidad, encharcamientos y complicaciones en múltiples zonas. Y según el Gobierno Capitalino, lo más fuerte aún está por venir.
De acuerdo con cifras oficiales, las lluvias registradas hasta ahora han sido 41% superiores al promedio histórico. En total, se han acumulado 221 millones de metros cúbicos de agua y 650 mililitros de precipitación, rebasando los 600 milímetros que solían registrarse durante todo un año completo.
Brugada no avisora que la lluvia en CDMX pare
La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, advirtió que la ciudad apenas se encuentra a la mitad del periodo lluvioso y que aún restan los meses más retadores de la temporada. “Esta es una temporada retadora que exige coordinación entre alcaldías y autoridades centrales”, señaló en conferencia. A pesar de las condiciones adversas, resaltó que la infraestructura ha respondido adecuadamente.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que la temporada de lluvias y ciclones tropicales concluirá oficialmente el 30 de noviembre de 2025, lo que significa que aún quedan más de tres meses de lluvias intensas, especialmente en agosto, septiembre y octubre, considerados los más críticos.
Durante este periodo, las autoridades prevén un incremento en riesgos como inundaciones, deslaves y caída de estructuras, sobre todo en zonas vulnerables.
¿Por qué está lloviendo tanto?
Los expertos explican que este aumento inusual en las lluvias podría estar relacionado con fenómenos meteorológicos derivados del cambio climático, así como con sistemas ciclónicos que afectan el territorio nacional, lo cual ha elevado significativamente el volumen de agua en la capital.
Coordinación y prevención por lluvias en CDMX
Ante esta situación, Brugada Molina pidió a los gobiernos de las 16 alcaldías redoblar esfuerzos de coordinación. Entre las acciones implementadas destacan el desazolve de coladeras, limpieza de drenajes y monitoreo constante en zonas de riesgo. Además, se intensifican campañas para evitar que la ciudadanía arroje basura en las calles, una de las principales causas de obstrucciones en el sistema de drenaje.
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