A muchos consumidores no les gusta saber cómo se producen sus alimentos porque a veces la realidad puede ser cruel. Durante décadas la industria avícola, especialmente los productores de huevo, sacrifican a millones de pollitos porque son machos y no sirven para el negocio.
Los productores de huevo necesitan gallinas ponedoras, por lo que los pollos machos no les sirven. Una práctica de este sector es sacrificarlos con máquinas que en realidad son enormes licuadoras.
En YouTube se pueden encontrar videos con este procedimiento bajo el término “chick culling”, aunque no son agradables para quienes sienten empatía por los animales.
Ahora, en un hecho inédito, la industria avícola tratará de eliminar esta práctica. De acuerdo con reportes del Washington post y The Dodo, la asociación United Egg Producers (UEP), que representa al 95 por ciento de los productores de huevo en Estados Unidos, anunció que para 2020 la práctica del sacrificio de pollitos será erradicada.
Se estima que unos 250 millones de estos animales son sacrificados con la técnica mencionada.
La alternativa es una nueva tecnología llamada “in-ovo sexing”, desarrollada en Alemania y Holanda, que identifica el género del pollo dentro de un huevo fertilizado. También se está explorando la idea de hacer que los huevos con pollos machos sean de diferente color.
El sector avícola en Estados Unidos es uno de los que ha mostrado más cambios de acuerdo con los nuevos puntos de vista de los consumidores. Otra promesa que ha hecho el sector es la de dejar de producir huevos con gallinas enjauladas, debido a la indignación que ha provocado que esos animales nunca puedan moverse en sus vidas.