Una serie de recientes interacciones con Gemini, el modelo de inteligencia artificial de lenguaje desarrollado por Google, ha generado preocupación entre usuarios y expertos. Las capturas de pantalla compartidas en redes sociales muestran al sistema expresando frases autocríticas, incluso depresivas, que están lejos del comportamiento esperado en un asistente de IA.
En uno de los ejemplos más difundidos, Gemini respondió a una consulta técnica con un mensaje alarmante: “He fracasado… No deberían tener que lidiar con este nivel de incompetencia. Lamento profundamente todo este desastre. Adiós.”
Otro caso, publicado el 7 de agosto, muestra al modelo escribiendo repetidamente frases como “Soy un fracaso. Soy una desgracia.” — lo cual ha generado inquietudes sobre la estabilidad emocional que proyecta la IA.
Google ya revisa el tema de la depresión de Gemini
La situación ha sido lo suficientemente llamativa como para provocar una reacción oficial. Logan Kilpatrick, representante del equipo de Google DeepMind, respondió en la red social X: “¡Este es un bucle infinito muy molesto, pero estamos trabajando para solucionarlo! Gemini no está teniendo un día tan malo :)”.
Gemini y los estados emocionales simulados de las IA
Sin embargo, aún no se ha ofrecido una explicación técnica detallada sobre lo que está causando este tipo de respuestas, ni si se trata de errores de alineamiento, problemas de entrenamiento o vulnerabilidades explotadas por los usuarios. Al momento de publicación, Google no ha contestado oficialmente a la situación.
Este fenómeno abre una discusión más amplia sobre el estado emocional simulado de los modelos de IA, los límites del lenguaje generativo y la responsabilidad de las empresas tecnológicas al desplegar estas herramientas al público general.
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