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Estudios de Nielsen Music indican que para muchas personas, la música en vivo funciona como una forma de expresión generacional, construcción de identidad y creación de comunidad.
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Según un informe de IFPI, el segmento de conciertos y festivales representa más del 30% de los ingresos totales de la industria musical, además de generar miles de empleos directos e indirectos relacionados con producción, logística, seguridad, hospitalidad y turismo.
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Un estudio de MIDiA Research destaca que los ingresos por conciertos en vivo crecieron un 15% anual en promedio en la última década, mientras que el streaming, si bien domina el consumo, no reemplaza la experiencia presencial.
El auge de la música en vivo en México está impactando en las prioridades de los gigantes globales del entretenimiento, y Live Nation se posiciona en el centro de este fenómeno, recientemente decidió apostar fuertemente por el mercado mexicano, lo cual se demostró en su prisa de acelerar la compra del 24 % de Ocesa. Esta operación, valuada en más de 12 mil millones de pesos, refleja no solo una decisión de negocios, sino un reconocimiento explícito del peso que México ha adquirido como mercado estratégico dentro de la industria musical mundial.
La alianza entre Live Nation y Ocesa combina la escala global y la capacidad logística internacional con el conocimiento local y la conexión cultural que solo una empresa mexicana puede aportar. El liderazgo prolongado de Alejandro Soberón, director general de Ocesa hasta 2032 también garantiza la continuidad de esta estrategia híbrida que ha permitido atraer a un número creciente de artistas internacionales y democratizar el acceso al entretenimiento en vivo para un público cada vez más amplio y diverso.
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México no es un mercado emergente más; según datos recientes de Statista, ocupa el cuarto lugar mundial en participación en el mercado de la música en vivo, con un 22%. Esta posición se sostiene en una cultura donde asistir a conciertos es una práctica social consolidada y una expresión colectiva de identidad, más allá de un simple acto de consumo. Festivales emblemáticos como Vive Latino, Corona Capital y el Flow Fest son claros ejemplos de cómo la música en vivo se ha convertido en un espacio de encuentro generacional y cultural, que incluso supera las barreras económicas, como lo evidencian los conciertos multitudinarios gratuitos en espacios como el Zócalo de la CDMX.
Este contexto coloca a México en el radar internacional no solo como un mercado rentable, sino como un laboratorio donde la experiencia presencial mantiene su valor frente a la digitalización global. La apuesta de Live Nation por Ocesa, por lo tanto, va más allá de la compra de acciones: es una estrategia para capitalizar y moldear el futuro de la música en vivo en un país que marca el ritmo a nivel regional y mundial.
Panorama mundial de la música en vivo
Según el informe Global Entertainment and Media Outlook de PwC, los ingresos mundiales de la música en directo casi volvieron a los niveles anteriores a la pandemia en 2022, superando los 20.000 millones de dólares y se calcula que crecerán hasta los 25.000 millones en 2027. De hecho, los datos de Pollstar sugieren que sólo las giras del 2023 de Taylor Swift, Beyoncé y Bruce Springsteen fueron responsables del 10% de estos ingresos.
No obstante, algo curioso es que siete de los ocho festivales con mayor recaudación se ubican en América: México y Estados Unidos ocupan seis de los ocho puestos. El único festival europeo es el alemán Hurricane Festival, que recaudó más de 20 millones de dólares en 2023 con 233.000 entradas vendidas.
Y es que para los artistas, los conciertos de festivales representan una fuente significativa de ingresos, especialmente en una era donde las ganancias por ventas de discos han disminuido debido al streaming. Los festivales no solo pagan bien a los artistas por sus actuaciones, sino que también brindan oportunidades para la venta de merchandising y otros productos relacionados. Además, la exposición mediática y la cobertura en redes sociales que generan estos eventos actúan como una promoción masiva, ayudando a los artistas a incrementar sus reproducciones en plataformas de streaming y a atraer nuevos seguidores.
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