• KFC es una de las marcas líderes en el segmento de comida rápida, por las historias creativas con que se comunica con el consumidor.

• El mercado de comida rápida ha encontrado en la expansión y en adaptación a los mercados en que compite, otra de las cualidades únicas.

• Los elementos creativos de una campaña hacen que esta pase de ser una simple historia, a una forma realmente impactante de llamar la atención del consumidor.

KFC es una de las marcas que se ha destacado en el mercado de fast food, por implementar acciones que han logrado establecer un benchmark, sobre como comunicarse con el mercado.

La marca tuvo la ocurrencia en su última entrega creativa de lanzar una campaña de crowdfunding para hacer realidad sus inventos como un moño localizador o un jacuzzi con forma de las cubetas del restaurante.

Recurrir a estos matices creativos determina cada vez más la oportunidad de salir del segmento tradicional en el que compiten las compañías e innoven, al flexibilizar sus marcas en productos o propuestas de comunicación diferentes.

Prueba de ello es Google, que lanzó campañas como My Line, con la que buscó convertir simples teléfonos en dispositivos a través de los cuales los habitantes de poblados alejados podían hacer búsquedas a través de estos aparatos.

Ser creativo ¿costoso?

Una de las ideas que parece equivocada en la industria es que la creatividad es una tarea costosa, sin embargo, apostar por las ideas ayuda a dar estructura y encontrar soluciones que desestiman la alarma de que se requieren altos presupuestos para trabajar.

Esto lo aprendió KFC lanzando una campaña con la que buscó ser relevante al pedir mediante un crowdfunding que sus ideas fueran apoyadas.

En el caso de Google, a la plataforma solo le bastaron teléfonos básicos para lograr a través de ellos interactuar con población sin acceso a internet.

A partir de estas actividades podemos entender el rol de la publicidad y su trascendencia cuando está bien enfocada.