Kanye West volvió a encender las redes, pero esta vez no por un álbum o una declaración polémica, sino por su incursión en el mundo de las criptomonedas. El rapero lanzó Yeezy Money (YZY), su propio token meme, y el movimiento fue tan explosivo como efímero: en cuestión de horas alcanzó una capitalización de mercado cercana a los 3 mil millones de dólares, solo para desplomarse poco después, dejando un mar de especulaciones sobre la sostenibilidad de estas tendencias impulsadas por celebridades.
El 20 de agosto, Ye anunció en X el lanzamiento de su criptomoneda, invitando a sus más de 33 millones de seguidores a sumarse a “una nueva economía, construida sobre la cadena de bloques”. Incluso compartió un video selfie donde proclamaba: “El token oficial de Yeezy acaba de llegar”. La expectativa fue inmediata. La moneda se creó en la blockchain de Solana, una red que ha sido el ecosistema predilecto para el boom de tokens meme durante 2024.
En sus primeras horas, YZY atrajo un volumen de negociación impresionante, superando los $464 millones en 24 horas. De acuerdo con Coingecko, el token llegó a cotizarse por encima de los $1, con una capitalización diluida superior a mil millones de dólares, cifras que recordaron el frenesí de otros proyectos meme como Dogecoin o Shiba Inu. Sin embargo, la euforia duró poco.
Exactly 24 hours ago, Kanye West launched crypto token $YZY
It has since plummeted 75%. pic.twitter.com/9OqoSkz8zQ
— Watcher.Guru (@WatcherGuru) August 22, 2025
Tras alcanzar una valoración astronómica, el precio del token comenzó a desplomarse. En menos de 24 horas, YZY cayó más de 30%, cotizando alrededor de $1.02 por token, y su capitalización de mercado se redujo drásticamente a $132.5 millones. Hoy, el suministro circulante ronda los 130 millones de tokens, apenas el 13% del total planificado de mil millones.
Más allá de la caída, el caso Yeezy Money revela un fenómeno interesante: la intersección entre cultura pop y economía digital. Kanye West no es el primer famoso en entrar al ecosistema cripto; ya lo hicieron nombres como Snoop Dogg o incluso empresas de entretenimiento. Pero el impacto de Yeezy Money mostró que el poder de influencia de una celebridad puede crear, literalmente, valor financiero de la nada al menos por un tiempo.
Para algunos analistas, esto confirma que las criptomonedas meme son menos un instrumento financiero sólido y más una herramienta de marketing que capitaliza la atención. La volatilidad extrema y la falta de utilidad real las convierten en activos de alto riesgo, especialmente para pequeños inversionistas atraídos por la fama del creador.
El futuro de Yeezy Money es incierto. Aunque la caída fue abrupta, el token sigue registrando un volumen de operaciones elevado, lo que indica que aún hay traders apostando a que pueda recuperarse. Por su parte, Kanye no ha emitido un comunicado adicional sobre el desplome, pero si algo caracteriza a Ye es su habilidad para convertir cualquier situación en conversación global.
¿Estamos ante una nueva etapa de la economía influencer, donde los artistas no solo venden música o moda, sino también activos digitales? O, por el contrario, ¿es esta la prueba de que la fiebre cripto impulsada por celebridades es insostenible?
Lo que queda claro es que, en la era digital, la fama puede transformarse en liquidez aunque sea fugaz. Y, como en toda inversión especulativa, el verdadero ganador sigue siendo quien sabe cuándo entrar y, sobre todo, cuándo salir.