- Muchos usuarios detectaron fallas en las imágenes: rayas desalineadas, cordones que desaparecen y pies doblados de forma antinatural en los modelos.
- J.Crew luego editó sus publicaciones para incluir “Digital art by: @samfinn.studio”, aunque sin aclarar si eran modelos o escenas digitales.
- Un informe de IAB y Sonata Insights señala que solo el 38% de consumidores Gen Z y millennials tienen actitud positiva hacia publicidad generada por IA, versus 80% de optimismo entre anunciantes del sector.
Cuando la estética retro choca con la inteligencia artificial
J.Crew publicó a principios de agosto una serie de imágenes en Instagram con modelos masculinos andando en bicicleta, pintando o caminando, estilo catálogo de los años 90.
Aunque en varios casos no lo reconocían, muchos seguidores notaron que esas fotografías presentaban errores típicos de la IA: estampados desalineados, cordones ausentes, sombras raras y deformaciones anatómicas.
Los comentarios críticos como “AI slop” o “imágenes generadas sin revelar” no tardaron en aparecer, dice Blackbirdspyplane.
Esto evidencia que incluso las marcas con un gran legado visual corren el riesgo de perder conexión cuando la herramienta se vuelve el centro de la conversación, analizan en AdAge.
El desafío de la autenticidad y la transparencia
La falta de claridad sobre el origen de estas imágenes fue clave para generar desconfianza. Aunque J.Crew finalmente agregó el crédito “Digital art by: @samfinn.studio” en las publicaciones del 9 de agosto, el aviso llegó luego de que ya circulaban cuestionamientos online y no aclaró si los modelos o los entornos eran digitales.
Estos detalles revelan que el uso de IA no sólo exige creatividad, también demanda honestidad: si la audiencia conversa más sobre la tecnología que sobre el producto, el mensaje está fuera de foco.
Un termómetro del público y un mapa de precaución
La tecnología es tentadora, pero el consumidor no siempre acompaña con entusiasmo. Un estudio de IAB y Sonata Insights encontró que únicamente el 38% de Gen Z y millennials se muestran positivos ante anuncios generados por IA, frente al 80 % de optimismo entre los mismos anunciantes.
Esto reafirma que, especialmente en sectores como moda o belleza, donde la autenticidad y la fidelidad del producto son clave, el espectador exige ver (literalmente) algo real, o al menos entender que lo que ve fue creado por IA.
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Buenas prácticas para usar IA en campañas sin perder credibilidad
- Etiquetar con claridad el uso de IA desde el inicio, no después.
- Conservar la esencia del producto, usando IA como soporte, no como protagonista.
- Probar la reacción del público mediante tests previos o focus groups.
- Asegurar coherencia técnica, evitando que errores revelen manipulación digital.
- Valorar la percepción de generaciones clave, especialmente jóvenes.
El caso de J.Crew muestra que la IA puede multiplicar posibilidades creativas, pero también suscita fastidio cuando eclipsa el mensaje central o erosiona la credibilidad.
Las imágenes pueden ser visualmente armoniosas, pero si el público detecta fallas, no se trata solo de estética: se percibe una desconexión.
En un entorno donde el consumidor valora cada vez más la transparencia, el marketing digital debe ser consciente de sus límites técnicos y comunicacionales.
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