En un mercado saturado por estereotipos inalcanzables y campañas dirigidas desde escritorios lejanos, IPSY irrumpió como un cambio de paradigma.
No se presentó como otra marca de belleza. Se convirtió en una plataforma de expresión, un espacio de descubrimiento personal y una comunidad global donde la diversidad no es una tendencia, sino un principio.
Desde sus orígenes, IPSY ha cuestionado las normas tradicionales de la industria. Michelle Phan, su fundadora y pionera del contenido digital en el mundo de la belleza, vislumbró una necesidad que pocos detectaban: hacer del cuidado personal una experiencia cercana, personalizada y empoderadora.
Con esa visión, transformó lo que solía ser exclusivo en una aventura accesible y significativa para todxs.
A tres años de su llegada a México, IPSY no solo ha construido una sólida base de seguidores. Ha cultivado un ecosistema vibrante donde la belleza cobra un sentido más humano, auténtico y transformador.
IPSY México: Tres años de evolución, conexión y conquista
Los números hablan, pero la experiencia dice aún más. Con más de 1.5 millones de Glam Bags enviadas en el país, 9.5 millones de productos distribuidos y más de 400 mil seguidores en redes sociales, IPSY ha consolidado una presencia imponente. Sin embargo, su verdadero poder radica en la conexión que genera.
Cada Glam Bag mensual contiene cinco productos personalizados (maquillaje, skincare, herramientas o cuidado capilar) con un valor superior a los mil 300, por solo 349 pesos con envío gratis. No se trata solo de una gran oferta. Se trata de una experiencia construida a partir del perfil de belleza de cada usuario, donde las preferencias individuales son el eje rector.
Este enfoque ha permitido a IPSY integrar a su comunidad en la toma de decisiones, escuchar sus necesidades y responder con innovación.
La reciente incorporación de Sarelly Creativo Lab, la primera marca mexicana incluida en una Glam Bag, refleja ese compromiso por impulsar el talento local y construir un catálogo que represente la belleza de México en toda su diversidad.
Personalización, accesibilidad y sorpresa: el nuevo lenguaje del marketing
El éxito de IPSY no puede entenderse solo desde las cifras. Su propuesta encarna lo que las audiencias actuales más valoran: una experiencia única, coherente y profundamente conectada con sus valores.
Su modelo incluye beneficios como los Add-Ons, donde lxs suscriptorxs pueden añadir productos que recibirán junto a su Glam Bag con precios especiales (hasta 50% off) durante 48 horas, y la IPSY Shop, una tienda online disponible 24/7 con descuentos exclusivos de hasta 70% off. Además, cada cosmetiquera mensual ofrece un producto en tamaño full size, reforzando la percepción de valor sin comprometer calidad.
Esta estrategia logra algo que pocas marcas consiguen: generar expectativa real. No es una rutina de compra, es un descubrimiento mensual. Cada entrega es una oportunidad para conocer nuevas marcas, explorar rutinas distintas y experimentar libremente, sin ataduras ni imposiciones.
Más allá de la belleza: una comunidad que inspira
IPSY no vende productos. Entrega herramientas para la autoexpresión. No busca dictar tendencias, sino abrir espacios donde cada persona pueda definir su propio camino. Su discurso no gira en torno a perfección, sino a autenticidad. En cada cosmetiquera, en cada post compartido por su comunidad, hay un mensaje claro: la belleza no se impone, se construye.
Esta filosofía ha convertido a IPSY en un ejemplo sobresaliente de marketing centrado en el usuario. Una marca que no solo entiende su mercado, sino que lo valora, lo acompaña y evoluciona con él.
En un entorno donde la conexión emocional con las audiencias es más importante que nunca, IPSY destaca por su coherencia, su escucha activa y su capacidad para transformar algo tan cotidiano como una rutina de belleza en un acto de poder personal.
La belleza ya no es lo que otros dicen que debe ser. Con IPSY, la belleza es lo que cada persona decide expresar.
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