
En un contexto de creciente tensión política y restricciones migratorias, como la reciente suspensión de entrevistas para visas de estudiantes y programas de intercambio anunciada por la administración de Donald Trump, Estados Unidos enfrenta un cambio significativo en su panorama educativo internacional. Esta medida, vinculada a la polémica con Harvard y la prohibición para que reciba estudiantes extranjeros, se suma a un fenómeno más amplio que ha modificado la composición de la comunidad estudiantil internacional en el país.
De acuerdo con el último Informe Puertas Abiertas sobre Intercambio Educativo Internacional, el número total de estudiantes internacionales en EE.UU. superó el millón por primera vez desde antes de la pandemia, alcanzando 1,13 millones en el ciclo académico más reciente. Esto significa un incremento del 7 % con respecto al año anterior y un 18 % desde los momentos más críticos de la pandemia.
Este repunte no solo es un indicador de recuperación, sino que refleja un cambio en el mapa global de la educación superior: India se ha convertido en la fuente principal de estudiantes internacionales, desplazando a China después de años de descenso en la matrícula proveniente de ese país. Actualmente, más de 330 mil estudiantes indios cursan desde programas de pregrado hasta opciones de formación práctica, posicionándose al frente de la comunidad extranjera académica en EE.UU.
Otros países que destacan por su crecimiento en matriculación incluyen Corea del Sur, Canadá, Taiwán y Vietnam, así como naciones africanas y asiáticas emergentes, con Nigeria y Bangladés mostrando aumentos significativos. Estos movimientos demuestran una diversificación progresiva en el perfil del estudiante internacional en Estados Unidos.
Más allá del aspecto numérico, esta transformación refleja un nuevo equilibrio en la influencia cultural y económica que estos estudiantes ejercen en el sistema educativo y en la economía estadounidense, que en 2023 recibió cerca de 50 mil millones de dólares gracias a la matrícula extranjera. Sin embargo, las recientes restricciones y la incertidumbre política pueden alterar esta dinámica y provocar que otros destinos educativos ganen terreno en la competencia global por captar talento internacional.