
Las temporadas de descuentos como el Hot Sale o el Buen Fin suelen incentivar una avalancha de compras, impulsadas por ofertas llamativas y publicidad personalizada en redes sociales. Sin embargo, en medio de este frenesí, muchos consumidores terminan adquiriendo prendas que nunca llegan a usar, quedando relegadas en el fondo de sus armarios.
Aunque los descuentos pueden parecer oportunidades inmejorables para ahorrar, la realidad es que gran parte de estas compras impulsivas podrían no aportar un valor real. Más allá del gasto económico, existe un impacto ambiental significativo y un aumento en el desperdicio generado por la acumulación de ropa sin uso.
Según un estudio de Statista Consumer Insights, una proporción considerable de consumidores reconoce comprar ropa que permanece sin estrenar. Este comportamiento varía según el país y el género: las mujeres son más propensas a estas compras innecesarias que los hombres. En el Reino Unido, un 29 % de las mujeres encuestadas admiten comprar prendas que nunca usan, mientras que en China la cifra baja al 9 %. En Estados Unidos, el 21 % de las mujeres y el 15 % de los hombres reconocen tener ropa olvidada en sus cajones.
Este fenómeno refleja cómo las estrategias de marketing y la presión social influyen en nuestras decisiones de compra, sobre todo en períodos de grandes promociones. Detenerse a evaluar la verdadera necesidad antes de realizar una compra puede ayudar no solo a evitar gastos superfluos, sino también a fomentar un consumo más consciente y sostenible.
Al final, la clave no está solo en aprovechar descuentos, sino en desarrollar una relación más responsable con la moda, donde prime la calidad y la utilidad sobre la cantidad y el impulso momentáneo.
Ahora lee:
Gráfica del día: ¿De qué países llegan los estudiantes internacionales a Estados Unidos?
Gráfica del día: Los deportistas mejor pagados del mundo
Gráfica del día: ¿Comprar nacional o extranjero? La batalla de los coches eléctricos