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Según un informe de Pew Research Center, el 45% de los jóvenes entre 18 y 29 años afirma que podría dejar de usar una red social si esta deja de ser intuitiva o funcional para sus necesidades cotidianas.
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El 52% de los usuarios digitales valoran la consistencia en el diseño de una plataforma, refiere Forrester Research.
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Cambiar el formato principal de visualización puede alterar la percepción de profesionalismo o legibilidad rutinaria de los usuarios.
Una inesperada modificación en la interfaz de Facebook tomó por sorpresa a varios usuarios recientemente, y es que Sin previo aviso, las publicaciones en algunas páginas comenzaron a mostrarse en un formato de cuadrícula, similar al estilo visual de Instagram. Este cambio, que alteraba por completo la navegación tradicional en forma de lista, generó molestia y críticas entre quienes lo experimentaron.
Lejos de ser visto como una mejora, el nuevo diseño fue descrito por internautas como visualmente caótico, poco atractivo y confuso. Aunque para muchos, más que una actualización, parecía un experimento sin terminar.
La reacción fue inmediata. Algunos usuarios se volcaron a redes como X para compartir capturas de pantalla y expresar su frustración, cuestionando tanto el diseño como el hecho de que Meta no informara nada al respecto. Horas más tarde, la interfaz regresó repentinamente a su formato habitual, sin ninguna explicación oficial.
“Facebook”:
Por comentarios sobre cómo luce su interfaz de usuario en su más reciente actualización. pic.twitter.com/Wqxtd2Owzf— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) May 10, 2025
Esta falta de comunicación ha abierto la puerta a múltiples interpretaciones. Algunos creen que podría tratarse de una prueba limitada, otros, de un error visual temporal. Sin embargo, lo que más preocupa a los usuarios es la incertidumbre: no saber si el diseño volverá, si será definitivo o si formará parte de futuras actualizaciones de la plataforma.
Hasta el momento, Meta no ha emitido ningún comunicado sobre lo ocurrido, por lo que muchos usuarios aún no tienen claro lo que está suediendo.
Y es que, en el ecosistema digital actual, las redes sociales están en constante transformación. Las modificaciones en sus interfaces ya sea en diseño, disposición del contenido o funcionalidades forman parte de estrategias para mantenerse competitivas, optimizar la experiencia del usuario y adaptarse a nuevos hábitos de consumo. Sin embargo, estos cambios no siempre son bien recibidos.
Un estudio realizado por Nielsen señala que los usuarios desarrollan hábitos muy arraigados en sus plataformas digitales preferidas, por lo que alteraciones inesperadas pueden generar frustración, confusión y abandono temporal del servicio. De hecho, cuando los cambios no son comunicados adecuadamente, la percepción de confianza en la marca puede disminuir considerablemente.
De acuerdo con un dato de DataReportal, más del 60% de los usuarios de redes sociales en el mundo las utilizan para mantenerse informados, mientras que el 55% interactúa con contenido de marcas o negocios. Esto hace que cualquier modificación visual o funcional tenga un impacto directo en el comportamiento tanto de consumidores como de creadores y anunciantes.
En este contexto, los cambios de interfaz no solo son una cuestión de diseño, sino de comunicación, estrategia y cuidado de comunidad. Las empresas tecnológicas enfrentan el desafío de innovar sin alienar a su base de usuarios, especialmente cuando gran parte de ellos utiliza estas plataformas como herramienta de trabajo, venta o contacto social.
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