
- La Comisión Europea multó a Glovo y Delivery Hero con 375 millones de dólares por formar un cartel durante años.
- La sanción se aplicó por un pacto para no contratar empleados de la otra compañía, una práctica sancionada por primera vez en este contexto.
- También se multó el intercambio de información comercial sensible y la coordinación de sus estrategias de expansión geográfica.
La Comisión Europea impuso una fuerte multa a la empresa española de reparto Glovo y a su matriz alemana, Delivery Hero, por prácticas anticompetitivas.
La sanción asciende a 330 millones de euros (unos 375 millones de dólares), distribuidos en 223 millones de euros para Delivery Hero y 106 millones para Glovo.
Esta decisión de Bruselas se fundamenta en la creación de un cartel entre ambas compañías durante un periodo de cuatro años.
El acuerdo incluía pactos para no contratar empleados de la otra empresa, así como el intercambio de información comercial delicada y la coordinación en sus planes de expansión geográfica.
Esta sanción de las autoridades de Competencia de la UE marca un paso importante, especialmente al sancionar por primera vez un acuerdo de “no caza furtiva” de trabajadores entre empresas.
Según la Comisión, esta práctica puede limitar considerablemente las oportunidades de los empleados de mejorar sus condiciones laborales al buscar nuevas oportunidades en la competencia, un factor particularmente relevante para el personal cualificado.
Detalles de la investigación
La investigación de la Comisión Europea, iniciada en julio del 2024, abarcó el periodo desde julio de 2018 hasta julio de 2022. Durante estos años, Delivery Hero adquirió una alta participación en Glovo, pero antes de la integración total de la firma española en la estructura alemana, la Comisión considera que ambas operaron de forma que infringieron las leyes de competencia de la UE.
Expertos en legislación de mercados de la UE señalan que, incluso durante los procesos de fusión, existen salvaguardas legales que limitan el intercambio de información y la coordinación entre compañías que aún son, legalmente, competidoras. La obligación de cumplir estas normas cesó en julio de 2022, con la integración completa, finalizando así el periodo investigado.
La multa impuesta fue reducida en un 10% debido a que ambas empresas aceptaron los hechos y reconocieron haber formado el cartel.
Qué hicieron mal Glovo y Delivery Hero
El acuerdo principal que motivó la sanción europea se centra en la prohibición que se impusieron mutuamente Glovo y Delivery Hero para no fichar trabajadores de la otra compañía.
Aunque el análisis de la falta de competencia en un mercado suele enfocarse en los consumidores y los precios, este caso expone que los efectos anticompetitivos también pueden afectar al mercado laboral.
Cambiar de empresa en busca de un mejor salario o mayor flexibilidad horaria es una vía común para la mejora de las condiciones laborales, especialmente para los trabajadores con perfiles más especializados.
Es importante señalar que este pacto entre Delivery Hero y Glovo no abarcaba a los repartidores, conocidos como ‘riders’, sino al personal calificado de ambas firmas.
Un pacto laboral prohibido entre Glovo y Delivery Hero
Además del acuerdo de no contratación de trabajadores, la Comisión Europea sancionó a Glovo y Delivery Hero por otras dos infracciones de las normas de competencia.
Estas se refieren al intercambio de información comercial que se considera sensible entre competidores, como datos sobre precios o la capacidad de transporte.
Compartir este tipo de información puede reducir la competencia y facilitar la colusión entre empresas.
La segunda infracción se relaciona con la coordinación de sus planes de expansión geográfica. Si bien en algunos mercados, como Bulgaria y Rumanía, Delivery Hero y Glovo mantenían una competencia directa, en otros lugares su actuación se asemejaba más a un reparto de mercados, lo que limita la libre competencia.
Estos dos tipos de infracciones, el intercambio de información sensible y la coordinación de estrategias de expansión, son ámbitos donde es más común encontrar precedentes en las sanciones impuestas por las autoridades de competencia.
Atención a las plataformas digitales
La sanción impuesta por Bruselas, dice El País, se suma a un historial de complicaciones legales y regulatorias para Glovo, particularmente en lo que respecta a sus políticas laborales.
La empresa nacida en Barcelona ha enfrentado numerosas sanciones por parte de la inspección de trabajo en España desde 2015, centradas en no contratar a sus repartidores y considerarlos como trabajadores autónomos.
La multa de la Comisión Europea, aunque centrada en prácticas anticompetitivas que afectaron principalmente a trabajadores internos y no a los repartidores externos, pone de relieve la vigilancia sobre las operaciones y modelos de negocio de las plataformas digitales, desde sus interacciones en el mercado con otras empresas hasta sus políticas internas y laborales.
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