Hace casi diez años la selección de futbol de España empezó a dominar el contexto internacional, su forma de juego y dominio de sus rivales la catapultaron a los reflectores de los medio y que, a la postre, se vio reflejado en títulos.

En 2008 logró su segunda Copa Europea de Naciones (Euro), tras imponerse a Alemania, en 2010 entró a la élite mundial al conquistar su primera Copa del Mundial de la FIFA (Sudáfrica 2010) y en 2012 ligó su segunda Euro consecutiva al vencer de manera contundente (4-0) a Italia.

Sin embargo, tras un juego alabado por especialistas y selecciones rivales, ‘La Roja’ vio un declive en su nivel de juego, en gran medida producto de un cambio generacional encabezado por el retiro de la selección de Xavi Hernández (ex FC Barcelona).

Esto no se había notado mucho… hasta hoy. Esta semana se anunció que Iberdrola, la empresa estatal energética de España dejará de ser uno de los principales patrocinadores de la selección. Esto abre la puesta a la pregunta si ha dejado de ser atractiva para las marcas.

El hueco de la energética significa que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dejará de percibir alrededor de 40 millones de euros (12 millones por año). Algunos medios españoles especializados en deporte señalan que la decisión de la compañía se debe a los pobres resultados obtenidos durante el Mundial de Brasil en 2014 y la reciente Euro de Francia 2016.

Asimismo presumen que el primer paso lo habría dado la propia federación al no renovar su relación comercial con Santa Monica Sports, agencia encargada -hasta entonces- de la administración y firma de patrocinadores para la institución y por consiguiente de las selecciones.

Cabe destacar que en el sitio oficial de la RFEF aún aparece el logo de Iberdrola como sponsor oficial, este desaparecerá el próximo lunes. Otras marcas que no han renovado sus patrocinios con la selección española son Gillete (7 millones de euros); Nissan (3 millones de euros); Banesto (2,5 millones de euros) y la mexicana Bimbo (1,2 millones de euros).

El rendimiento óptimo o la consecución de “buenos resultados” (determinados por triunfos en partidos oficiales y amistosos) son, junto con el engagement o alcance comercial de las selecciones, factores determinantes a la hora de firmar nuevos contratos o renovar uno ya existente.

Tal es el caso de la selección mexicana que, pese a no tener grandes logros a nivel internacional, su engagement con el público le permite ser atractiva para grandes marcas como Adidas, Banamex, Movistar, y Coca-Cola.

Imagen destacada: Twitter Selección Española de futbol / @SeFutbol