• El 91% de los asistentes a eventos en vivo tienen una mejor percepción de la marca, refiere EventTrack 2023.

• Un 80% están más dispuestos a recomendar la marca tras vivir una experiencia directa.

• El Juego del calamar ha sido la serie más lucrativa de Netflix desde su lanzamiento.

Con el estreno de la nueva temporada de El Juego del Calamar, las expectativas han estado por los cielos. Y aunque el final ha dejado a muchos confundidos o decepcionados, en México la fiebre por esta historia surcoreana ha tomado un giro inesperado y muy a la mexicana.

En plena Ciudad de México, una curiosa activación ha comenzado a llamar la atención de los transeúntes. Una persona, vestida como el misterioso reclutador de la serie, reta a quienes se cruzan con él a jugar “ddakji”, el tradicional juego de papel coreano que marca el inicio de la trama en El Juego del Calamar. ¿El castigo por perder? Una “cachetada” pero no como la esperas.

En lugar del sonoro golpe que muchos anticipaban, los perdedores se llevan una cachetada de caramelo: el popular dulce mexicano que ha generado sorpresa, risas y mucho contenido viral en redes sociales. Algunos participantes incluso parecían resignados a recibir una bofetada real, lo que hizo que el giro dulce del castigo causara aún más impacto.

@netflixlat Si no le sabes al Ddakji 👏TOMA👏TU👏 CACHETADA👏 Que lo diga @elbarcoxdd, que salió volando 😵‍💫 #SquidGame #ElJuegoDelCalamar #ElJuegoDelCalamarALaMexicana #ElJuegoDelCalamarMX #DonCachetadas #Ddakji #SeriesNetflix #fyp ♬ original sound – Netflix Latinoamérica

Esta original dinámica forma parte de la campaña de Netflix para promocionar la nueva entrega de la serie en México. La estrategia incluye activaciones físicas en puntos clave de la capital especialmente cerca del Centro Histórico, así como una fuerte presencia en redes sociales, donde los videos del reto ya están generando conversación.

Una vez más, Netflix demuestra su habilidad para conectar con el público local, mezclando referencias culturales globales con un toque muy mexicano.

Y es que, en la era del streaming y la sobreoferta de contenido, captar la atención del público ya no depende únicamente de anuncios tradicionales. Las grandes plataformas, como Netflix, Amazon Prime Video o Disney+, han adoptado estrategias de marketing experiencial para generar conversación orgánica, viralidad en redes sociales y una conexión más profunda con las audiencias.

Una de las tácticas más efectivas son las activaciones presenciales o “experienciales”, que consisten en trasladar elementos del universo de una serie o película al mundo real mediante eventos, instalaciones temporales, intervenciones urbanas o interacciones con el público. El objetivo: generar experiencias memorables, altamente compartibles y que estimulen la curiosidad tanto de quienes participan como de quienes lo ven en redes.

De acuerdo con un estudio de EventTrack, el 91% de los consumidores tienen una percepción más positiva de las marcas después de asistir a un evento en vivo, y el 80% indica que tienen más probabilidades de recomendarlas tras vivir una experiencia directa.

En el caso de las plataformas de streaming, estas activaciones suelen combinarse con campañas digitales, influencers, y hashtags estratégicos para extender el alcance.

Este enfoque responde a una necesidad del marketing moderno: generar engagement a través de emociones, sorpresa y participación. Además, las activaciones bien ejecutadas generan contenido viral gratuito, al ser grabadas y compartidas masivamente por los asistentes.

México, en particular, se ha convertido en un punto clave para este tipo de estrategias debido a su alto consumo de entretenimiento digital y su vibrante cultura urbana. Según un reporte de Statista, el país ocupa el tercer lugar en el mundo en número de suscriptores a plataformas de streaming en relación con su población, solo detrás de EE. UU. y Brasil.

En ese sentido, las campañas que apelan a elementos culturales locales (como el uso de dulces típicos, frases populares o espacios emblemáticos) tienen más posibilidades de conectar y viralizarse. El resultado es una mezcla efectiva de global y local o “glocal” que se ha convertido en el nuevo estándar del marketing de entretenimiento.

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