Desde que retumbó el suelo el pasado 19 de septiembre a las 13:14, las muestras de apoyo y solidaridad de los mexicanos no han parado en los estados afectados, entre estos Ciudad de México, Puebla, Estado de México y Morelos. El terremoto que sacudió el centro del país resultó ser catastrófico.

Sin embargo, a la altura de este suceso, se encuentra la unión de varios sectores: público, privado y sociedad civil. La ayuda desde entonces ha superado el caos y el pánico para mantenerse con esfuerzo y dedicación de todos los involucrados.

Hoy, días después, los mexicanos salen a las calles a dar su apoyo. No importan las clases sociales, los oficios, los niveles de gobierno o la participación de marcas. Independientemente de las razones, políticas y comerciales, lo destacado son las acciones solidarias con los afectados.

La primera línea de acción correspondió a la sociedad civil. Día a día se han sumado voluntarios, tanto para centros de acopio como para la remoción de escombros. Aunado a sus donaciones de todo tipo. También, en cuestión de horas y de manera espontánea, los ciudadanos instalaron un centro de inteligencia, análisis y procesamiento de información que permitió salvar muchas vidas, la iniciativa llamada Verificado19S.

Las autoridades, por su parte, comenzaron a aparecer en la vía pública. Efectivos militares, policías, bomberos, rescatistas y demás grupos se sumaron a las labores. Los gobiernos comenzaron movilizarse para poner en marcha planes de ayuda y reconstrucción.

En tanto que en el sector privado, son varias las empresas que han contribuido. La compañía Lerma Papel, experta en la producción de cinta de empaque, entre otros, entregó 1800 cintas adhesivas canela y 250 cajas nuevas en carácter de apoyo a los afectados, útiles para el embalaje de los productos que se envían a las zonas de desastre. Farmacias Benavides ofreció consultas médicas gratis en sus sucursales de Puebla, CDMX, Morelos y Estado de México. Vidalert brindó servicios gratuitos de 100 paramédicos en la CDMX. Entre otras iniciativas.

Los daños materiales y humanos que ha provocado el potente terremoto, no se reparan de un día a otro. El costo de la reconstrucción se calcula entre los 1,000 millones de dólares y los 10,000 millones de dólares, según cifras preliminares calculadas por el Servicio Geológico de Estados Unidos.

Por lo pronto, solo queda continuar apoyando, los meses después de las catástrofes suelen ser los más difíciles. Así que la contribución de cada sector continúa siendo valiosa.