Por diversas razones, la última edición del Super Bowl fue uno de los eventos que mayor expectativa generó en las últimas semanas.

Hablamos de la final de la NFL que, por las condiciones dejadas por la pandemia se vivió de una manera nunca antes vista.

Desde un estadio sin lleno completo hasta anunciantes que por diversas razones decidieron quedar fuera del espectáculo publicitario en medio del show deportivo, muchos fueron los cambios.

Streaming ganador 

Lo cierto es que, como siempre sucede, mientras unos pierden otros ganan y en esta ocasión el streaming parece ser el gran ganador.

Esta última edición del Super Bowl atrajo una audiencia total de 96.4 millones de espectadores por televisión, no obstante, impuso un récord en digital para un partido que había perdido un poco de interés.

De esta manera, tal como indicaron desde la CBS reveló la final de la NFL de este año se ubicó con la más vista por internet, con un promedio de 5.7 millones de espectadores por minuto, 65 por ciento más que el Super Bowl del año pasado. 

Adicional se tradujo como el primer juego de la NFL en registrar a más de mil millones de minutos vistos mediante sistemas de streaming.

Kansas City lideró los mercados medidos con ratings de 59.9, un incremento de 8 por ciento respecto al índice de audiencia del Super Bowl de 2020. El mercado de Boston, quedó en segundo lugar, con 57. Tampa fue tercero, con 52.3.

EL repunte del partido y su alto consumo mediante sistemas de streaming ponen dos fenómenos sobre la mesa.

Por un lado habla de un nuevo hábito de entretenimiento deportivo en el que los usuarios buscarán maximizar la experiencia de consumo desde casa.

En este sentido,  la demanda por productos complementarios que nutran la experiencia de consumidor contenidos deportivos en casa crecerá.

Tal es el caso de Misik, firma que desde su página web ofrece una serie de productos que permiten a los usuarios disfrutar de una mejor experiencia de entretenimiento en casa.

¿Problema para la televisión?

Por otro lado, se vislumbra un cambio en las tendencias de inversión por parte de los anunciantes, que este año, obligados en gran medida por la pandemia, comenzarán a abandonar los costos spots en la televisión alrededor de este evento para enfocarse en plataformas y canales digitales.

Recordemos que de acuerdo con datos de Statista, desde 2015 que los ratings en televisión del Super Bowl van en picada, registrando durante este año su número más bajo desde 2009 con apenas 98.2 millones de televidentes.

Así compra relevancia reconocer que para finales de diciembre pasado aún quedaban muchos espacios publicitarios disponibles para la gran fiesta de la NFL.

El hecho no es menor si consideramos que, el año pasado, hacia noviembre Fox presumía que ya había vendido todas las pautas publicitarias aun cuando estas fueron las más caras de la historia al comercializar cada comercial de 30 segundos por 5.6 millones de dólares, según informó Bloomberg.

Un año después, las cosas son diferentes y a poco más de 10 días de que terminará el 202, la CBS, cadena que tuvo los derechos de transmisión este año, aún tenía por vender docenas de espacios publicitarios (de un total de 77 que se muestran en los partidos).

Así lo indicaron desde la The New York Times, medio que ha indicó que los anunciantes no estarían dispuestos y no se podían dar el lujo de pagar grandes cantidades de efectivo sólo por 30 segundos de presencia a lo que se suma las pocas garantías que el propio partido ofrecía.